La llegada de los Salesianos a Kénitra se produjo el 11 de marzo de 1937. Dos valientes salesianos, provenientes de Argelia, llegaban a Port Lyautey (hoy ha recuperado su nombre original, Kenitra). El obispo de Rabat había encargado a la Congregación Salesiana la parroquia de esta nueva pero ya floreciente ciudad, fundada por el mariscal Lyautey en 1912.El padre León Beissière, que había hecho su profesión religiosa ante Don Bosco, llegaba acompañado por el señor Dominique Mullas. Al día siguiente se les añadió el padre Lorenzo Boggy, que había trabajado en Casablanca.No se contentaron con animar la parroquia, sino que quisieron completarla con obras educativas. El señor Mullas puso en marcha enseguida el oratorio, llamándolo "Joyeuse Union de Port Lyautey" ("Alegre Unión", recordando la "Sociedad de la Alegría" del joven Juan Bosco). El padre Beissière traía in mente la fundación de una escuela. En octubre del mismo año comenzaron las clases de la que, con el tiempo, se llamó "École Don Bosco", que va a celebrar 70 años de existencia. Escuela para niños marroquíesEn un principio, la escuela funcionó para los hijos de los numerosos europeos que poblaban la ciudad, pero tras la independencia de Marruecos (1956), éstos regresaron a sus países de origen.La École -o Escuela- Don Bosco, primero tímidamente y luego a brazos abiertos, fue llenándose de niños marroquíes. Este curso los alumnos son 640, todos de Marruecos, todos musulmanes. Pueblan 24 clases de los seis niveles de primaria. A cargo está una treintena de profesores, también todos musulmanes, así como los padres de familia. En resumen y para reír un poco, que en la escuela sólo hay dos católicos: la escuela y yo, que soy salesiano y trabajo en ella como director desde hace cuatro años.De ahí la pregunta que muchos me hacen: ¿Cómo funciona una escuela católica en un país musulmán, y más todavía con alumnos, profesores y padres musulmanes? Con un proyecto educativoLa Escuela Don Bosco de Kenitra, como las otras 14 escuelas católicas de Marruecos, responde al proyecto elaborado por sus directores (menos de la mitad de ellos son cristianos). Cuando me cupo la oportunidad de leerlo, me dije: "Esto es puro evangelio…" Y es cierto. Los valores evangélicos están plenamente reflejados en el proyecto del ECAM (Enseignement Catholique au Maroc), el organismo diocesano que gestiona los centros educativos de la diócesis de Rabat.Los musulmanes, cuando lo leen, dicen también: "Esto responde a nuestra religión". Así nos sentimos unidos en el trabajo educativo por un mismo proyecto, el cual nos compromete a educar a nuestros alumnos como "artífices de paz", "personas solidarias y abiertas a los demás", "respetuosos de la verdad y defensores de la libertad", y a edificar juntos una comunidad donde reine el amor, el espíritu de familia y el respeto mutuo. Funcionamiento normalLa Escuela Don Bosco de Kenitra, funciona muy normalmente. Somos una escuela marroquí, que sigue los programas del Ministerio de Educación, pero con un estilo propio. Los niños hablan bien el árabe y el francés. Dios está muy presente en la vida de la escuela. Cada viernes un alumno recita el Corán y todos escuchamos en silencio respetuoso. Don Bosco también. Cada mañana tenemos los tradicionales “buenos días” salesianos, momento educativo fundamental. En uno de los muros del patio hemos escrito: "Pongamos nuestra confianza en Dios y vayamos adelante", una frase… de Don Bosco. Un gran poster suyo nos preside; celebramos su fiesta. Los niños conocen su historia y los profesores han podido formarse en la pedagogía salesiana; doy fe de que intentan llevarla a la práctica, con un éxito más que notable.Los niños son como en todas partes: traviesos, activos… Cariñosos y apegados a su escuela; vienen muy contentos, no sólo los días de clase sino también para participar de las numerosas actividades extraescolares que la escuela pone a su disposición: deporte, coral, astronomía, huerta escolar, danza, curso de español, periodismo…Tenemos una “Escuela de Padres”. Ellos participan de diferentes maneras, como delegados de nivel o responsables de actividades. Y la organización de los antiguos alumnos está en marcha. Contruir juntos el Reino de Dios¿Se “convierten” estos niños y niñas musulmanes que asisten a la Escuela Don Bosco de Kenitra en Marruecos? ¡Claro que sí! He visto muchos niños perdonándose los unos a los otros; he visto algunos que era irresponsables y ahora son responsables; niños y niñas que cada día abren más su corazón a los necesitados; personas para las que Dios contaba poco y ahora es importante en sus vidas… ¿No es esto convertirse? ¿Acaso convertirse no consiste en "darse la vuelta" cuando estamos de espaldas a Dios y a nuestros hermanos?Si por conversión entendemos "cambio de religión", entonces, no. Ni lo pretendemos. Nuestro objetivo es construir juntos el Reino de Dios, es decir, hacer que reine en esta tierra y en esta sociedad. Y Dios reina cuando reina la paz, la justicia, la libertad, el amor, la vida, la verdad. A nosotros nos toca ser signos y portadores del amor de Dios, de su ternura y de su misericordia. El resto lo hará Dios cuando y como Él quiera.Creo, humildemente, que Don Bosco debe estar contento -y hasta orgulloso- de esta escuela que lleva su nombre. Somos un testimonio de que vivir y trabajar juntos, aun siendo de religiones y culturas diferentes, es posible; no sólo posible, sino hermoso y productivo. A quienes hablan de "lucha de civilizaciones", les ofrecemos este pequeño pero significativo ejemplo de diálogo y de fraternidad.
Cristóbal López
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