Queridos amigos: En este número de septiembre del Boletín Salesiano, que acaba de llegar a vuestras manos, he querido titular el saludo que, cada mes os dirijo a todos vosotros, con las mismas palabras, más o menos, que, unos cuantos años atrás, encabezara el gran poeta Antonio Machado el primer verso de Cantares…,uno de sus más hermosos y conocidos poemas. Y lo he querido titular así porque, en efecto, ya se ha pasado también el mes de agosto y, con él, 31 días de nuestras vidas, durante los cuales, bien en su totalidad, bien en parte, la gran mayoría de nosotros los habremos aprovechado para tomarnos algunos días de vacaciones, de descanso o, como recomendaba Don Bosco, a cambiar de ocupación. ¿Qué tal los hemos pasado? Espero que todos podamos responder, como mínimo, que bien; que, durante esos días “especiales” pasados, o en el lugar donde residimos habitualmente, o fuera, hemos ampliado y enriquecido el bagaje de nuestras experiencias vitales significativas y, sobre todo, que hemos descansado y nos hemos recuperado del cansancio acumulado. Que así sea todo esto, nos vendrá muy bien, sin duda, para encarar el nuevo mes de septiembre que tenemos por delante, el cuatrimestre hasta que finalice el año 2007 y, por supuesto, todos los meses del año 2008 que tendrán que pasar hasta que llegue otra vez el tiempo de vacaciones de verano. Hay, también, otro motivo por el que he querido titular con Todo se pasa, estas palabras mías de saludo a todos vosotros, en el Boletín Salesiano de este mes de septiembre. Ahora se trata de un motivo, quizás, algo más personal. Resulta, amigos, que, Dios mediante, esta será la última vez que me dirija a vosotros como director de la revista de la Familia Salesiana y de los amigos de Don Bosco, nuestra revista, pues, en efecto, después de estar tres años –un número perfecto- al frente de la misma, dejo de dirigirla. Os agradezco vuestra compañía, apoyo, cercanía y fidelidad a mi persona, desde luego, pero, sobre todo, al Boletín. De corazón y muy sinceramente, tengo que deciros que los tres años que he estado dirigiéndola han sido de los mejores de mi vida salesiana. ¡Gracias! No obstante, amigos, la revista que mes tras mes nos regala Don Bosco, continúa, aunque, desde el próximo mes de octubre, con un nuevo, conocido y experimentado director salesiano: don Eugenio Alburquerque, quien a la competente dirección de la revista salesiana de Pastoral Juvenil Misión Joven, que ya viene ejerciendo desde hace unos cuantos años, unirá ahora la del Boletín Salesiano. Estoy seguro de que, dada -y bien conocida por mi- vuestra categoría humana, cristiana y salesiana, don Eugenio contará igualmente con vuestra acogida, cercanía, compañía y ayuda en el desempeño de su nueva encomienda y, sobre todo, con vuestra fidelidad al Boletín, pues, está claro, que sus directores pasarán, pero él permanece y, ¡por muchos años! Pero si es cierto, confirmado por nuestra experiencia, que todo pasa, también sabemos por experiencia que todo llega. En efecto, amigos, casi acabado el verano, y terminados los días de vacaciones, descanso o cambio de ocupación que, más o menos, hayamos podido disfrutar la mayoría de nosotros, el mes de septiembre nos pone a todos otra vez frente a un nuevo curso educativo-pastoral. En estas circunstancias, considero, pues, que, a los adultos, al menos, nos viene muy bien recordar lo que Don Bosco solía decir: “¿Queréis hacer algo bueno por la sociedad? Trabajad por los jóvenes. ¿Queréis hacer algo muy bueno para la sociedad? Trabajad en la educación de los jóvenes. ¿Queréis hacer lo mejor por esta sociedad? Trabajad por la educación, también, de la fe de los jóvenes”. Pues que esto sea lo que nos propongamos para este nuevo curso educativo-pastoral 2007-2008 que comienza y, sobre todo, que se pueda realizar con la ayuda de todos. ¡Hasta siempre! Con mi afecto y oración.
Pablo Marín S.Director
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