Queridos amigos:
En el pregón cuaresmal que la Iglesia proclama en las lecturas bíblicas de la Eucaristía del Miércoles de Ceniza pide a los cristianos: “Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso”.
La Cuaresma es camino personal y comunitario de conversión; una conversión del corazón, capaz de remover nuestras entrañas, nuestra mentalidad y estilo de vida, de abrir nuestros corazones y acoger la misericordia de Dios para testimoniarla y entregarla también nosotros a los hombres. La conversión cuaresmal nos pide, sobre todo, activar en nuestra vida la caridad, la solidaridad, la misericordia, el acercamiento al prójimo, que no solo es el próximo; lo es todo hombre que sufre.
Este es el estilo de Dios, nos recuerda el papa Francisco en su mensaje cuaresmal de este año. “Siendo rico, se hizo pobre por vosotros…”. Descendió en medio de nosotros, se acercó a cada uno de nosotros; se desnudó, se “vació”, para ser en todo semejante a nosotros. La única razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximidad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a las que ama. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias. Y Dios hizo esto con nosotros.
La lógica de Dios es la lógica del amor, la lógica de la Encarnación y de la Cruz. Se expresa en su modo de amarnos, de estar cerca de nosotros, como el buen samaritano que se acerca al hombre que todos habían abandonado medio muerto al borde del camino. Solo entrando en la lógica del amor empezamos a vivir como hijos de Dios y hermanos de Cristo.
La conversión a la que nos convoca año tras año el tiempo de Cuaresma consiste cabalmente en decidirse a entrar en esta lógica del amor samaritano, es decir, a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas para aliviarlas. Consiste en convertirse a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad, al compartir.
Eugenio Alburquerque Frutos
Director
No hay Comentarios