Las Jornadas Nacionales de Pastoral Juvenil reúnen cada año, al comienzo del mes de diciembre, a salesianos y miembros de la Familia Salesiana, agentes de pastoral de nuestros ambientes y de diferentes sectores eclesiales. Se presentan como un foro de reflexión en torno a un tema candente relacionado con la teoría y la praxis de la pastoral con jóvenes. Las Jornadas se han consolidado como el ‘laboratorio’ de profundización y actualización de la pastoral juvenil que reclaman la teología, la sociedad, la Iglesia del siglo XXI. En palabras del director de las Jornadas en la presentación de las mismas: «este año queremos dar un paso más y preguntarnos en nuestras ya V Jornadas de Pastoral Juvenil cómo educar a los jóvenes en la interioridad para que puedan ellos mismos, ‘templos del Espíritu Santo’ como nos recuerda el apóstol san Pablo, hallar a Dios para que Él se convierte en el auténtico sentido de sus vidas». AperturaEl día 1 de diciembre, participaron en la apertura: el cardenal-arzobispo de Sevilla, Mons. Carlos Amigo; José Miguel Núñez, inspector salesiano de Sevilla; Luis Fernando Álvarez, director del Centro de Estudios Teológicos —entidad organizadora junto al Centro de Estudios Catequéticos de la Inspectoría Salesiana de Sevilla— y Miguel Ángel Álvarez.En palabras del director del Centro de Estudios Teológicos, estos cinco años de vida ponen de manifiesto que «nuestras Jornadas de Pastoral Juvenil ya no son un recién nacido, frágil y débil, que es necesario amamantar, enseñar a sobrevivir autónomamente y hacer crecer. Ya anda, habla, ha aprendido a comer solo y empieza a dar su poquito o mucho de guerra». El mismo director, anunció la creación, con una fuerte presencia salesiana, «a corto plazo de una sección especializada del segundo ciclo de teología, que otorgará el grado académico de Licenciatura en Teología con especialización en Pastoral Juvenil». ConferenciasEl planteamiento de las jornadas se estructura desde miradas complementarias de diferentes expertos en torno al tema en cuestión, con el fin de apuntar caminos para llegar a proponer experiencias que posibiliten al joven encontrarse con Dios.Como continuación de la temática que ocupó la anterior edición: los jóvenes y la búsqueda de sentido; ésta ha pretendido ofrecer, desde diferentes miradas cómo crear en el joven de hoy una situación que le permita descubrir a Dios en su interior, callado por tanto ruido externo. Así, en la primera ponencia, Luis González-Carvajal presentó como previo para llegar a la interioridad, lugar donde Dios se comunica, el silencio en medio de nuestra bulliciosa cultura cargada de tantos ruidos que eclipsan el continuo intento de comunicación de Dios.La mirada bíblica la ofreció Fernando Camacho, al presentarnos la experiencia de Dios que Jesús transmite a sus discípulos y cómo éstos lo van descubriendo en su relación con Él. Jesús se convierte en el libro abierto en el que los discípulos descubren a un Dios Padre que ofrece a todos su Espíritu; un Dios que es exclusivamente bueno, que ha puesto toda la potencia de su amor al servicio del hombre, que nunca da por perdida a la persona…La segunda parte de la mañana del sábado, Trinidad León, a partir de la filosofía contemporánea estableció caminos con la mística y la teología para tratar de hacer una especie de hermenéutica del deseo. El deseo nos lleva a percibir, a la vez, la presencia y ausencia de Dios; dicha ausencia cuando se hace indeseada provoca la situación de desarraigo o exilio —o el llamado deseo insatisfecho por san Agustín— que favorece una comprensión honda de la gratuidad, compañera de camino en nuestra búsqueda de la interioridad.Por su parte, el salesiano Jesús Manuel García, trató en su conferencia «Pedagogía de la oración cristiana aplicada a los jóvenes», de las disposiciones de los jóvenes de hoy ante la experiencia de oración y de las disposiciones necesarias que pueden ayudar a un joven a entrar en la oración. Además propuso una serie de mediaciones que facilitan el recogimiento que lleva a la comunión con Dios; pues lo importante es siempre la calidad de la comunicación con Dios, “no la cantidad de rezos”.La tarde del sábado, a modo de exposición de experiencia, el hermano José Ramón de Taizé, presentó —desde la experiencia pastoral con tantos jóvenes en la famosa colina de la Borgoña francesa— el aspecto de acogida, generosidad y belleza desde la oración común. La oración se presenta en Taizé como puerta para entrar en una profunda búsqueda hacia las fuentes de la fe. Esta ponencia se completó con un rato de oración meditativa al estilo de Taizé, en la capilla del colegio de la Santísima Trinidad. Con una amplia participación, ya que era un momento abierto a un mayor público. Las jornadas se completaron el domingo con la última de las ponencias, en la que Jesús Sastre habló del acompañamiento personal como lugar y cauce del encuentro con Dios. En un momento en el que la metodología pastoral en torno al grupo se encuentra estabilizada, el acompañamiento personal de jóvenes se presenta como una necesidad. El acompañamiento personal es la «relación interpersonal periódica y sistemática —en el sentido de continuada y dinámica— entre acompañante y acompañado para rastrear el paso de Dios por la vida de cara a la toma de decisiones». Lo nuclear del acompañamiento es aprender a vivir desde el encuentro con Dios, aspecto que contribuye a la unificación personal y a la consciente toma de decisiones desde Cristo, su Iglesia y con miras a la construcción del Reino. Muchos han sido los frentes abiertos, las intuiciones suscitadas, las claves de futuro aportadas. La vuelta al día a día de la misión pastoral es el fin de estas jornadas y el primer fruto que ansían quienes participan. Las Jornadas de Pastoral Juvenil se han hecho un hueco en las planificaciones pastorales de tantas personas y entidades.
Mateo González Alonso
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