Una desacostumbrada liturgia Era yo la mitra de monseñor Fransoni, arzobispo de Turín. Desde hacía quince años le acompañaba a todas las ceremonias. Me cabía el honor de cubrir su cabeza en los momentos más solemnes. Mi cuerpo estaba cubierto
Registro exhaustivo en el Oratorio Era yo una caja de madera. Ninguna ornamentación resaltaba mi figura. Una mano de pintura marrón y otra de barniz pregonaban mi humildad. Nací vacía por dentro y adusta por fuera. Ocupaba un rincón en