Uno de los más ancianos y más queridos coadjutores de la Inspectoría australiana, James Hamilton, ha sido condecorado por el gobierno con el más alto honor civil, el "Order of Australia". En las razones para la concesión del premio se lee, entre otras cosas: "Por el servicio prestado a la educación y al bien de los jóvenes de la Ciudad de los Muchachos y en la comunidad de Engadine. Por su trabajo con los sin-techo y con los muchachos en dificultad, dándoles las oportunidades que no tenían".
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