Ángel suele trabajar de camarero en hoteles y restaurantes de la costa en verano. Es habitual que sus compañeros traten con desprecio a los clientes pues según ellos “solo son turistas a los que no vamos a volver a ver”. Ángel es distinto. Atiende a la gente con cariño porque para él merecen un respeto.En cierta ocasión llegó una familia al Hotel Marina, donde Ángel intentó convencer al cocinero de que preparara algo para aquella familia con niños pequeños, pero este se negó. “Si tanto te importa esa gente –le dijo- cocina tú mismo”. Ángel así lo hizo y la familia se lo agradeció de corazón.Pocas semanas después mi amigo terminó su contrato y buscó otro empleo por varias empresas de trabajo temporal, sin éxito. Empezaba ya a desesperar cuando se dirigió a una nueva que había abierto recientemente sus oficinas. Cuando estuvo ante el encargado del departamento de empleo, Ángel se quedó muy sorprendido al oírle preguntar: – ¿Qué tal van las cosas por el Hotel Marina?Era el padre de familia al que Ángel no había querido dejar sin atender aquella noche.Y mi amigo consiguió en el acto un nuevo empleo.
No hay Comentarios