En Tenerife;/strong> La primera etapa de la visita, transcurrió en las islas Canarias, donde la inspectoría cordobesa tiene tres casas: La Palmas, en Gran Canaria, La Cuesta y La Orotava, en Tenerife. Al aeropuerto tinerfeño de Los Rodeos llegó el día 11 de mayo, acompañado de su secretario, don Juan José Bartolomé, y del consejero para la Región Europa-Oeste, don Filiberto Rodríguez. Le esperaban salesianos, hijas de María Auxiliadora y otras personas en representación de los grupos de la Familia Salesiana de Tenerife. Un grupo de alumnos de la Escuela Profesional Salesiana de La Cuesta, vestidos de “magos” –traje típico-, le recibieron con una gran pancarta que rezaba ‘Bienvenido’, y le hicieron algunos regalos. Después de un paseo por Las Cañadas, Ucanca, La Orotava y La Laguna, el Rector Mayor llegó a la Escuela Profesional Salesiana ‘San Juan Bosco’ de La Cuesta. Allí, el mismo día 11 por la tarde, presidió la eucaristía en la que hicieron la promesa de Cooperadores Salesianos cuatro jóvenes tinerfeños: Christian, Omar, Fran y Juan. El día siguiente, 12 de mayo, por la mañana, don Pascual Chávez siguió en La Cuesta para celebrar el 25 aniversario de la presencia salesiana en este popular barrio de La Laguna. Antes de volar a la Península, tuvo tiempo de ir a La Orotava y encontrarse, sobre todo, con los salesianos de las tres comunidades de las islas Canarias. En Córdoba;/strong> A las diez menos cuarto de la noche del 12 de mayo, don Pascual Chávez llegó al aeropuerto de Sevilla. Tras saludar a los salesianos y salesianas que le esperaban con su natural estilo de familia, dio en la sala VIP del aeropuerto unas afectuosas ‘buenas noches’ y luego prosiguió viaje en coche hasta Córdoba. El día 13 de mayo, fiesta de santa María Mazzarello, además de dirigir unas palabras de ‘buenos días’ a los salesianos de la casas San Francisco de Sales y María Auxiliadora, saludó a los más de mil jóvenes participantes en la Fiesta de la Juventud Salesiana. Seguidamente, tuvo un encuentro con los directores, primero, y con el Consejo Inspectorial, después. El mismo día 13 por la tarde, se reunió con los consejos inspectoriales de los grupos de la Familia Salesiana y representantes de la Fundación Proyecto Don Bosco. “Los grupos de la Familia Salesiana –dijo-, sin dejar de lado su autonomía, han de crecer en sentido de comunión. Especialmente importante es el compromiso social, de evangelización de la familia y de educación de la fe de los jóvenes”. La celebración de los cincuenta años de existencia de la Inspectoría de Córdoba, contando con la presencia del Rector Mayor, tuvo lugar el 14 de mayo. En la iglesia de María Auxiliadora –la bella imagen de la Virgen recién restaurada había llegado poco antes-, ante varios cientos de personas, representantes en su mayoría de los grupos de la Familia Salesiana, don Chávez presidió la eucaristía concelebrada por más de cincuenta sacerdotes. En la homilía animó a contemplar el pasado para dar gracias, afrontar el presente para consolidar el carisma de don Bosco y preparar el futuro para seguir adelante con la misión evangelizadora. En la misa, el inspector entregó a don Pascual Chávez 30.000 euros, ofrecidos por la inspectoría para que los destinara a los fines que considerara oportunos, –él mismo comunicará después que los ha destinado íntegramente a la restauración de la Basílica de María Auxiliadora en Turín-. Vino a continuación la velada en el salón de actos, con reconocimientos para los salesianos que celebraban este año sus bodas de oro o de plata. No faltaron, ni los poemas, ni la música ofrecidos por jóvenes alumnos del colegio, pero los aplausos más fuertes fueron para tres ‘jóvenes’ salesianos: don Antonio Sánchez (98 años), don Ignacio Fernández (84) y don Luis Hernández (83). Casi al final, se unió al acto el obispo de Córdoba, Mons. Asenjo, que felicitó a los Salesianos en la persona del Rector Mayor, y les recordó que cuenta con ellos en la pastoral diocesana. Don Pascual Chávez cerró la velada animando a los salesianos y a toda la Familia Salesiana de la inspectoría a seguir sembrado futuro juntos. “Las mejores páginas de la historia salesiana en Córdoba están aún por escribir”, dijo. La tarde del día 14 de mayo discurrió entre los jóvenes del MJS de Palma del Río, Pozoblanco, Montilla y Córdoba, y los Cooperadores de toda la inspectoría que celebraban ese día su Asamblea anual. A los primeros don Chávez les recordó algunos de los retos lanzados a los jóvenes por el recordado Papa Juan Pablo II en las Jornadas Mundiales de la Juventud: “sois sal de la tierra y luz del mundo”, “sois los centinelas de la mañana, sois los santos del nuevo milenio”. A los Cooperadores, les recordó que son salesianos en el mundo y, como tales, han de ser significativos en los lugares donde están llamados a ejercer su misión: la familia, el trabajo y la Iglesia. En Granada y Pozoblanco;/strong> La mañana del 15 de mayo, el Rector Mayor la dedicó a la mezquita-catedral de Córdoba. Le desveló los secretos del histórico templo, don Juan Manuel Palma, profesor del Colegio Salesiano de Córdoba. Por la tarde, se desplazó hasta Granada. Allí, don Pascual Chávez tuvo un encuentro con los novicios y sus formadores, con los sacerdotes del quinquenio y con los jóvenes del MJS de Málaga, Antequera, Úbeda, Linares, Jaén y Granada. Al día siguiente, 16 de mayo, el Rector Mayor visitó Pozoblanco, en el 75 aniversario de la presencia salesiana en este pueblo cordobés. Allí, se entrevistó con los familiares de Bartolomé Blanco y Teresa Cejudo, asesinados en la guerra civil y cuya causa de martirio está en marcha. La visita del IX Sucesor de don Bosco a la Inspectoría Salesiana de Córdoba finalizó el día 17 de mayo por la mañana. “No me cabe la menor duda de que ha sido una auténtica bendición de Dios”, dice el inspector. “He gozado mucho con la visita y espero que esta haya dejado, más allá de los recuerdos y emociones propias de estos eventos, semillas que puedan fructificar”, ha dicho, por su parte, el Rector Mayor.
PMS
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