Queridos lectores, el tema central del Boletín Salesiano de este mes de octubre está, como veis, dedicado a nuestro amigo santo Domingo Savio. Estamos celebrando el 150 aniversario de su “dies natalis”, de su encuentro con el Señor en el cielo. Su vida, aunque corta, es apasionante. He aquí algunos datos: nació el 2 de abril de 1842, en San Giovanni di Riva (cerca de Chieri, provincia de Turín, en Italia). Su familia era pobre en bienes, pero rica en fe. Cuando tenía 12 años conoció a Don Bosco y se fue con él al Oratorio de Valdocco (Turín). Allí, con otros compañeros, fundó la Compañía de la Inmaculada con la intención de salvar el alma de todos. De ahí saldrán los mejores colaboradores de Don Bosco. Murió el 9 de marzo de 1857, en Mondonio (provincia de Asti). El Papa Pío XII lo proclamó santo el 12 de junio de 1954 En estas páginas nos vamos a centrar en varios aspectos de la vida de Domingo Savio; por ejemplo, en su deseo de ser santo y la forma de lograrlo. Además, vamos a descubrir algunas de las impresiones que Domingo causa en los jóvenes que lo conocen hoy. Mis amigos trianeros (del barrio de Triana en Sevilla) Sergio, Javier, y Pablo, alumnos de Secundaria, nos hacen una pequeña representación con imágenes “para abrir el apetito”. Así ven ellos a Domingo: 1. Presentamos a DomingoDomingo era un niño muy bueno con todo el mundo. Sus padres lo adoraban, él ayudaba en la iglesia. Siempre con su eterna sonrisa, transmitía una gran felicidad, y estaba siempre atento a las necesidades de todos. Era muy responsable en casa, en el colegio y allí donde estuviera.Ya con cinco añitos, iba todos los días a la iglesia a rezar. Hasta cuando hacía un frío invernal, allí estaba él, esperando en la puerta a que el sacerdote abriese la iglesia.Domingo rezaba con frecuencia, y para él no es como para nosotros que a veces nos cuesta rezar, sino que a él le encantaba, decía que rezar era hablar con Dios. ¡Hablaba con Dios! Pero no te vayas a pensar que estaba siempre con la misma “posturita” que en la foto. Era un chico muy normal, como tú y como yo. Tenía muchos amigos, pero sus mejores amigos eran Jesús y María.Todos destacan de él su servicialidad. ¡Qué ejemplar! Era monaguillo. Le encantaba ayudar a misa. Especialmente a los que estaban solos y tristes. Siempre estaba dispuesto a echar una mano a sus compañeros en los estudios. La verdad, es que Domingo era un niño modelo, pero no de esos que se creen más que nadie y se quedan sin amigos. Todo lo contrario, todo el mundo lo quería con locura, y muchos querían ser como él. 1.1. El amigo más valienteOs contamos una anécdota donde se puede ver la valentía de Domingo y lo claras que tenía sus ideas: Una vez sus amigos se estaban peleando. -¡Qué pasa! ¡te voy a meter una “guantá”! -Venga, que no tienes lo que hay que tener para hacer lo que tú dices. -¿Qué nooo? ¡Te vas a enterar! -Noooooo, no os peguéis, amaos como buenos hermanos, antes prefiero que me peguéis a mí. -Vale Domingo, lo siento, no me volveré a pelear con nadie más.-ni yo.Y es que Domingo tenía un don, el de la amistad. La verdad es que os podríamos contar muchísimas más cosas sobre él. Como cuando, en su urna, vino a visitarnos hace un par de años al colegio salesiano. Ese día no se nos olvidará nunca. Fue algo extraordinario, todos sentimos muchísima alegría por tenerlo tan cerca, y como en todas las casas que visitó, le hicimos un gran recibimiento. 2. Quiero ser santoVeamos ahora un tema importante. Cuando las personas no tienen una ilusión en la vida, una motivación, una meta que alcanzar…, entonces, muchas veces, se da el fracaso, la desorientación y la tristeza. No es el caso de Domingo, lee: Don Bosco iba a celebrar el día de su santo con los muchachos. Para preparar la celebración, en la víspera de san Juan, en las buenas noches, les dijo con cariño: "Mañana queréis hacer fiesta conmigo y os lo agradezco. Por mi parte, quiero haceros el regalo que más deseéis. Así que, cada uno cogerá un pedazo de papel y escribirá en él el regalo que desea. No soy rico, pero si no me pedís el palacio real, haré todo lo que pueda para contentaros". En aquellos papeles aparecieron escritas cosas muy curiosas, algunos fueron exagerados, otros dejaron libre su imaginación… ¡Hubo quien pidió hasta cien kilos de turrón para te¬ner todo el año! Pero la petición qué más llamó la atención a Don Bosco fue la de Domingo. Sobre su papel, asombrado, Don Bosco leyó: "Quiero ser santo". 3. Estar siempre alegreSí, Domingo quería ser santo, tenía una motivación, una ilusión por la que trabajar y seguir caminando con alegría. Pero menos mal que se encontró con Don Bosco… Porque se pensaba que para ser santo había que hacer cosas raras… Como dejar de comer, sufrir, mortificarse constantemente… Un diálogo de la última película sobre Don Bosco, muestra claramente el camino equivocado que Domingo (D) estaba tomando para ser santo, y cómo Don Bosco (DB) sabe orientarlo. ¿O te pensabas que los santos no se equivocan? :DB: Domingo… ¿Qué te pasa? ¿No te encuentras bien?D: Estoy haciendo la penitencia del ayuno… ¿Quiere ayudarme?DB: ¿Ayudarte a hacer qué?D: Usted dijo que el Señor quiere que seamos santos… ¡Y yo quiero ser santo!DB: A tu edad la penitencia del ayuno no es adecuada.D: Pero yo también lo hago por usted y por los otros.DB: Sí… pero no hay que exagerar… ¡justamente tú que siempre tienes hambre! Verás, aquí en Valdocco, ser santo consiste en estar siempre muy alegre. Domingo, ahí donde están tus hermanos, donde están tus sueños, tus aspiraciones, donde están tus deberes… donde… donde está lo que amas, ahí es donde está tu punto de encuentro con Jesucristo. Puedes ser santo en todo lo que haces si lo haces con el corazón. Y tú tienes un corazón muy grande, Domingo.D: Sí Don Bosco, ahora lo entiendo.DB: Bien, pues vamos a comer. ¡Vamos! 4. Saber lo que Dios quiereDios llama a todos: “Sed santos como el Padre celestial es santo” (Mateo 5,48). Pero como Dios nos hizo libres, no todos responden a esta llamada universal a la santidad. Dios quiere que todos seamos santos, pero sólo los que le ponen a Él en el centro de su corazón lo consiguen. Ser santo es ser muy feliz, así que hay que estar muy “mal del coco” para no querer ser santo. A ver qué nos dice Álvaro de Sanlúcar la Mayor: “¿Pero qué dices? ¡Tú estás fatal! Para ser santo no tienes que ser perfecto, porque perfecto sólo es Dios.”Algunos se piensan que por haber sido algunas veces un poco malos, o haber hecho cosas de las que se arrepienten ya no pueden ser santos. ¡Y de eso nada!Todos los santos antes que santos son personas, y las personas, de vez en cuando metemos la pata. Es bueno que sepas que santa Teresa del Niño Jesús tenía una terquedad invencible desde niña; que san Alfonso María de Ligorio tenía un genio endemoniado; que san Agustín fue un gran pecador antes de su conversión y que santa Teresa de Jesús confesó que nunca pudo rezar un rosario completo sin distraerse. Quiero recordarte que para ser santo debes ser una persona normal. ¡Por favor, no hagas cosas raras! Sé tú mismo y sigue el camino que Dios haya pensado para ti. Si lo descubres verás que es lo mejor que puedes hacer en la vida. Domingo lo descubrió. ¿Y tú? Dios nos lo ofrece a todos: niños, jóvenes, curas, monjas, casados, misioneros….también a ti. Escojas el camino que escojas en la vida podrás ser santo si le abres tu corazón a Dios. 5. La receta adecuada¿Qué consejos siguió Domingo Savio para conseguir ser santo? ¡Los de Don Bosco! Así le explicó a Domingo lo que había que hacer para ser santo: "Cuando tu madre hace una tarta, usa una receta que indica varios ingredientes para mezclar: el azúcar, la harina, los huevos, la levadura… también para ser santos se necesita una receta, y yo te la quiero regalar. Está formada por tres ingredientes que hay que mezclar juntos. Primero: alegría. Lo que te inquieta y te quita la paz no le gusta al Señor. Déjalo a un lado. Segundo: tus responsabilidades de estudio y de oración. Atención en clase, esfuerzo en el estudio, orar con gusto cuando seas invitado a hacerlo. Tercero: hacer el bien a los demás. Ayuda a tus compa¬ñeros cuando te necesiten, aunque te cueste un poco de molestia o de cansancio. La receta de la santidad está toda aquí".Don Bosco supo darle la receta adecuada. Es cierto que fue elaborada para un muchacho de hace más de un siglo, pero os aseguro que sigue siendo válida para muchas personas de hoy. Cada uno, vea si es la receta apropiada para su vida, y al igual que hizo Domingo, déjese aconsejar por un buen guía y acompañante espiritual. 6. Amigos de Domingo SavioHoy en día son miles los Amigos de Domingo Savio (A.D.S.) repartidos por todo el mundo: Sevilla, Valencia, Bilbao, León,…. Chile, Italia, India, Perú, México, Venezuela, República Dominicana,… Desde la Casa de Jesús Obrero, Sevilla, nos llega el testimonio de Alicia, una chica de 15 años: “¿Cómo llamarías a Domingo Savio? Yo como un verdadero valiente a quien le da igual lo que la gente piense de él, que dice lo que realmente siente. Yo creo que muy pocos de nosotros actuamos o hablamos como realmente pensamos. Domingo con su corta edad ya tenía muy claro lo que realmente le importaba en la vida y le dio igual lo que los otros pensaran de él. ¡Y eso sólo lo hacen los verdaderos santos! Fue valiente al luchar por lo que soñaba y nunca se rindió hasta conseguir llegar a ser santo.En la vida hay que tener muy claros los principios y valores y nunca hay que dejar de soñar ni de luchar. Por eso tenemos que intentar seguir los pasos de Domingo y nunca rendirnos. Gracias a Domingo Savio por enseñarnos tanto.”Saltamos ahora el océano Atlántico y llegando a Venezuela nos encontramos con Jesús, un chico de 13 años que quiere ser sacerdote: “A mí me parece que Domingo es muy buen santo, y es el santo que más me llegó al corazón. Yo recomiendo que si no tienen su biografía vayan a por ella y léanla. Sigan sus ejemplos porque Dios nos llama a la santidad a todos y éste es un santo el cual podemos seguir como ejemplo ¡Viva Domingo Savio! ¡Siempre alegres!” Nuestro querido Domingo que causó gran impresión en todos aquellos que le conocieron, sigue hoy impactando con su testimonio de vida, y, felizmente, muchos se deciden a vivir como él: con la alegría de ser amigos de Dios. Y tú… ¿Te apuntas? Mp3, videos, y mucho más sobre santo Domingo Savio en: <a href=http://www.quierosersanto.com>http://www.quierosersanto.com</a>
Sergio Codera
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