Caras de sorpresa, de alegría y de placer es la que manifestaron los pobres que diariamente van a los comedores o centros de acogida de la capital de Roma gestionados por Cáritas. Es impresionante la sensibilidad del papa Francisco, no olvida ninguno y parece como si estuviera al acecho de las necesidades de todos. Su sensibilidad le lleva no sólo a pensar en los pobres sino a preocuparse personalmente de sus necesidades: sugiere la edificación de duchas, les regala sacos de dormir y este año, el día de su santo, san Jorge, los sorprende invitándolos a helados. Nada más y nada menos que 3.000 helados fueron repartidos por la Limosnearía apostólica.
Este gesto, como otras acciones de Francisco, manifiesta un estilo de vida en la que se hace visible un camino sencillo impregnado de santidad. Con una nueva exhortación apostólica, tercera de su pontificado, Gaudete et exsultate, ha sorprendido a la humanidad proponiendo una llamada a la santidad en el mundo actual. La santidad no está reservada a unos pocos y selectos, es un estilo de vida accesible a todos. El Espíritu Santo derrama santidad por todas partes y viene encarnada en el contexto actual con sus riesgos, desafíos y oportunidades.
La mirada de Francisco es amplia, ve la santidad en el paciente pueblo de Dios, “en los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, «la clase media de la santidad».
Vemos en Francisco gestos que son signos de santidad y la perciben los más pobres, los más humildes de la sociedad. En estos tiempos de contrastes, la Iglesia presenta el desconocido contraste de la santidad y lo hace invitando a todos a abrirse al Espíritu.
María del Carmen Canales fma
No hay Comentarios