El pasado 26 de febrero se estrenó en el teatro del colegio salesiano de Deusto una adaptación de la famosa comedia musical “Grease”. Ni que decir tiene que fue todo un éxito: por ganas, por calidad, por entusiasmo y por público. Varias representaciones han seguido al estreno, una de ellas en la obra salesiana de Azkoitia, que este año celebra el 75 aniversario de su presencia pastoral y educativa. El Centro Juvenil Oldarra ha dedicado muchos meses de ensayo y preparación para que 50 chavales, entre 10 y 18 años, hagan sus pinitos como actores y bailarines. Un numeroso grupo de monitores y animadores apoyan en labores técnicas y directivas. El resultado ha sido una adaptación divertida y amena de la popular obra que triunfó en el cine a finales de los años 70. El Centro Juvenil Oldarra lleva varios años congregando a numeroso público en torno al teatro, a la música y a las artes escénicas. Hace dos años nos sorprendieron llevando a escena “Namaskar”, una adaptación musical de “La ciudad de la alegría”, y el curso pasado fueron varias las representaciones que hicieron con el formato de “café-teatro”. Este año se han atrevido con el musical juvenil más representado de toda la historia. Horas de ensayos, preparación de decorados, bailes, vestuarios, efectos especiales, música… con un claro mensaje educativo: educarse en la afectividad. Asier de Pablo, que cumplió 18 años el día del estreno, y Elena Gálvez, de 16, han compartido los papeles protagonistas. Aunque la obra se ofreció en “play-back”, Elena se atrevió en directo con una de las canciones, demostrando tener una bonita voz y grandes tablas en el escenario. Junto a ellos, el grupo de las “Pink Ladies”, los “Serpientes” y sus rivales los “Escorpiones” han demostrado que las horas de ensayo tienen sus frutos. Quizá la parte más innovadora de este espectáculo viene de la mano de los 10 artistas más pequeños, de apenas 10 años, que abren la obra interpretando al grupo protagonista cuando eran niños. Un sueño infantil en el que se verán a sí mismos cuando sean mayores. Una actuación muy seria a pesar de su juventud. Una gran felicidad y orgullo para todos los que disfrutaron de su saber hacer. En todas las sesiones se ha colgado el cartel de “no hay entradas”, con público de todas las edades y de toda la Inspectoría de Bilbao. En palabras del inspector salesiano, don Iñaki Lete, que abrió la representación del estreno, “son chicos y chicas alegres y constantes, apoyados por el grupo de colaboradores del Centro Juvenil y una inestimable ayuda de un grupo de padres, madres, adultos y salesianos que han logrado formar un grupo de amistad y de compromiso por ayudar a la juventud y estar cercanos a sus gustos y formas de manifestarse como jóvenes, ofreciéndoles al mismo tiempo valores y un ambiente estupendo de maduración. Es el mismo espíritu y estilo de san Juan Bosco, que tanto creyó en la fuerza del teatro y del espectáculo”. Dos horas para disfrutar, para recordar melodías y colorido de los años 70, para revivir las aspiraciones constantes que los jóvenes siempre buscan en su corazón: la amistad, las pandillas, los grupos, la calle, el primer amor… Dos horas para sentirse protagonistas, para demostrar las cualidades de cada uno y ponerlas al servicio de un proyecto común. “Siempre Juntos”, dice la última canción y quiere ser el mensaje de este entusiasta grupo juvenil. “Siempre juntos”, en la canción, en el baile, en el teatro, en la música… pero también en la oración, el trabajo, la educación y los valores. Somos testigos de ello.
Iñaki Rivera
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