La presentación de Alberto García-Verdugo, procurador de Misiones Salesianas, agradece a los bienhechores, con las palabras de don Bosco, una colaboración que resulta esencial para continuar la tarea evangelizadora: "Convencido de que, después de Dios, todo este bien y mucho más, se ha logrado mediante la ayuda eficaz de vuestra caridad, siento la necesidad de manifestaros, y por eso, antes de concluir mis últimos días, os manifiesto mi más profunda gratitud y os lo agradezco desde lo más íntimo de mi corazón”.Las cifras La aportación de los colaboradores de Misiones Salesianas ha permitido apoyar económicamente 162 proyectos en África, 101 en Asia, y 16 en América, además de sostener 61 miniproyectos destinados a la atención a la infancia, alimentación, educación, sanidad, evangelización e infraestructuras, en tres continentes. Como respuesta a las emergencias internacionales se ha colaborado en los grandes programas de la Familia Salesiana del pasado año, atendiendo a los países asiáticos afectados por el ;i>tsunami y a los damnificados por el terremoto en el norte de la India, Pakistán y Afganistán. En el apartado de apadrinamientos se ha podido sufragar los gastos de 2.659 niños necesitados en 22 países en vías de desarrollo, que han recibido ayuda para tener una infancia digna y una educación integral.Sensibilización misionera Pero más allá de las cifras, la memoria refleja una tarea de sensibilización misionera en la sociedad española. Para ello Misiones Salesianas mantiene una relación fluida con los bienhechores y busca una presencia en los medios de comunicación, para que otras personas conozcan la actuación salesiana en los países de misión.Todo empezó en 1875 Por último, la memoria anual repasa la historia de la misión salesiana al cumplirse el 130 aniversario del primer envío. En 1875 don Bosco logró culminar sus sueños misioneros y enviar a un primer grupo de salesianos a la Patagonia argentina, respondiendo a la inquietud evangelizadora que le había acompañado toda su vida. Su deseo era enviar misioneros a las comunidades más pobres de otros países, para instruir y atender a los jóvenes necesitados, igual que lo había hecho con los muchachos de las calles de Turín. Con este objetivo fueron enviados desde la Basílica de María Auxiliadora, en Turín, los diez primeros misioneros. Al frente de la expedición iba don Juan Cagliero, guiando una labor intensa de estos hombres que evangelizaron, educaron, fundaron iglesias y pronto se hicieron cargo de numerosos vicariatos y diócesis, contribuyendo en gran medida a la expansión de la Iglesia. Desde entonces muchos miembros de la Familia Salesiana han optado por la misión. Las misiones se han nutrido con nuevas vocaciones cada año, de manera que son ya 130 los envíos misioneros salesianos a los lugares más necesitados.
María Jesús Rodríguez
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