“Remad mar adentro, y echad vuestras redes para pescar”
Genzano de Roma acogió las Primeras Profesiones de 13 nuevos Salesianos de Don Bosco, entre ellos, dos españoles.
El martes día 8 de septiembre, tuvo lugar en la Parroquia de la Santísima Trinidad de Genzano de Roma (Italia) la Primera Profesión como Salesianos de Don Bosco de 13 novicios: siete italianos, dos croatas, un húngaro, un sirio y dos españoles.
Francisco Javier Alcedo Ruiz (natural de Rota, Cádiz), de la Inspectoría “María Auxiliadora”, y Juan Carlos Aonso Diego (nacido en Santander), de la Inspectoría “Santiago el Mayor”, fueron los dos novicios españoles que emitieron sus primeros votos en la Congregación Salesiana bajo el lema “Remad mar adentro, y echad vuestras redes para pescar” (Lc 5, 4).
La ceremonia estuvo concelebrada por un numeroso grupo de sacerdotes salesianos procedentes de diferentes países europeos. Entre ellos estaban presentes los Inspectores de España, Juan Carlos Pérez y Cristóbal López. El templo, abarrotado, acogió a los familiares y amigos de los nuevos salesianos y también a un significativo grupo de jóvenes que quisieron acompañarlos en este día tan importante en sus vidas.
En la homilía, el Inspector de la Circunscripción Central de Italia, Leonardo Mancini, recordó a los 13 novicios que “profesar como salesianos no es otra cosa que responder al gran amor de Dios, que nos ha amado primero y quiere seguir contando con nosotros para construir su Reino”. Así, ante todos los presentes, el provincial concluyó sus palabras diciendo que “en este día de vuestra Primera Profesión, y en todos los que vengan a partir de ahora, no debéis olvidar que el protagonista de toda esta aventura es el Señor Jesús, que os quiere a su lado para que reméis mar adentro y, con el estilo de Don Bosco, echéis vuestras redes entre los jóvenes que os esperan en tantas calles, plazas y barrios de cada una de vuestras inspectorías”.
La ceremonia continuó con los ritos ordinarios, hasta que llegó el momento en que cada uno de los novicios, en su lengua materna, leyó la fórmula de la profesión religiosa salesiana: “con plena libertad te ofrezco todo mi ser, comprometiéndome a entregar todas mis energías a quienes me envíes, especialmente a los jóvenes más pobres, a vivir en la Sociedad salesiana en comunión fraterna de espíritu y acción, y a participar, de ese modo, en la vida y en la misión de tu Iglesia”. Un aplauso prolongado por parte de los presentes visibilizó la gratitud a Dios y a este grupo de jóvenes por el paso vocacional que acababan de poner de manifiesto.
Por otra parte, en la tarde anterior a las profesiones, otros 13 jóvenes europeos iniciaban su noviciado. Entre ellos está Alberto Arteaga Carrasco, procedente de la Inspectoría “Santiago el Mayor” y natural de Campo de Criptana (Ciudad Real), quien realizó el Prenoviciado durante este curso en la Comunidad Propuesta del barrio madrileño de Carabanchel.
Nos alegramos por todos ellos, a la vez que continuamos pidiendo al Señor que siga suscitando vocaciones de especial consagración entre los jóvenes de nuestras Casas y Obras. Ellos seguirán siendo el rostro de Don Bosco, doscientos años después de su nacimiento.
Artículo y fotografía: Xabier Camino
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