La modalidad de nuestro trabajo de evangelización es la educación. Educación integral de todas las dimensiones de la persona siguiendo el estilo de nuestra familia espiritual, que es el del anuncio de Jesús: Razón, Fe y Amor, es decir, el alimento del cuerpo y el del espíritu, la elevación de su dignidad humana total: Dios, afecto, mente: ciencia, inserción social, orientación al trabajo, profesión…Un fenómeno actual es el de que algunas naciones que fueron destino de misioneros de Occidente en el pasado, se han convertido en cuna de nuevos misioneros. En nuestro caso resaltan Corea, Filipinas, India y Vietnam de donde han salido algunos misioneros nativos hacia varios países de África y a Mongolia, China y Pakistán. De modo que “misioneros” siguen siendo los destinados por Dios a ir a lugares donde plantar su Reino. Aunque parece que en la actualidad busca a sus misioneros en nuevos lugares donde florece el entusiasmo por ese Reino y la capacidad de entregarse.Aunque África, América, Asia y Oceanía son los continentes donde se hace la llamada labor "misionera", hay países en Europa, especialmente del Este y de los Balcanes, en los que el servicio que se presta es igualmente misionero. En el caso de los salesianos, 1.261 comunidades atienden 3.231 obras. Y el total de niños y jóvenes a los que llegan con su acción todos los que trabajan en estas naciones es de unos 24 millones.Es un frente con muchas batallas que ganar, una gran familia con muchas bocas que llenar y con muchos espíritus que dignificar y salvar. Las obras o plataformas en las que se ofrece el servicio misionero tienen carácter diferente, según el lugar y contenido: centros juveniles, escuelas, centros de formación profesional (industrial, artesanal y agrícola), parroquias, puestos de misión y, sobre todo hoy, dada su urgencia, las obras de promoción social. Entre ellas, las casas de reinserción, que son en la actualidad 121, para los llamados "niños de la calle", "de la guerra", dispensarios, víctimas del SIDA, etc.
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