Llega el verano, y nuestras calles se llenan de carteles que ponen cerrado por vacaciones. El bar donde solíamos tomarnos el café de media mañana del trabajo, la frutería, la peluquería… Nuestros proveedores habituales también se marchan a descansar como nosotros. Un mes para desconectar, un mes para olvidarnos de nuestros quehaceres y rutinas del curso. Un mes para aparcar los problemas del trabajo en la oficina, un mes para disfrutar de los pequeños de la familia en la playa o en el pueblo… Aunque a algunos ya les ronda desde mayo esta pregunta en la cabeza… ¿qué hacemos con los niños? Para los más pequeños son 3 meses casi completos de vacaciones mientras sus padres solamente pueden disfrutar de 1… Las ofertas de campamentos de verano, cursos de inglés en el extranjero, campamentos urbanos, talleres en centros culturales crecen y crecen a pesar de la crisis. Aún así los abuelos siempre suelen ser el complemento perfecto en estas fechas. Es bastante común escuchar estos días: «Los niños están con los abuelos en el pueblo», «dejo a los niños en casa de mis padres mientras yo voy a trabajar»… Y es que los abuelos no se toman vacaciones, son abuelos 24 horas al día, 365 días al año. Hoy en una sociedad en que nuestros mayores muchas veces nos parecen una carga, con tanto ir y venir al médico, se nos olvida todo lo que ellos hicieron y siguen haciendo por nosotros. Parece que es hoy, cuando comienzan las vacaciones cuando nos acordamos de los abuelos y disfrazamos la inestimable ayuda que nos aportan en el cuidado de nuestros hijos como si les estuviéramos haciendo un gran favor. «Con lo que le gusta estar a mi madre con los nietos… Además así se entretiene». Misiones Salesianas es en todos esos países en los que está presente, el abuelo de millones de niños. Por eso nosotros tampoco podemos cerrar por vacaciones, la labor que se desarrolla en esos cinco continentes no puede parar. Tratemos de situarnos en África, un continente donde la mayor parte de la población es menor de 25 años y donde la esperanza de vida no llega a los 50 años, ¿quién se hará cargo de los niños? No podemos dejarles vagabundeando por las calles donde acechan todo tipo de peligros… El trabajo de los misioneros, los cooperantes, los voluntarios es vital en esta época donde los pequeños han terminado el colegio. Si nos ponemos en Sudamérica la situación es similar, con el agravante de la posibilidad de que esos niños que corretean por las calles de las grandes capitales pueden ser tentados o forzados a enrolarse en las diversas bandas juveniles o ejércitos paramilitares. Las maras, las guerrillas zapatistas o los paracos colombianos, son una de las mayores lacras que sufren estos países y que hacen que muchos niños pierdan su infancia. Y por qué no intentar viajar a la dolorosa Asia… Camboya, Laos, Vietnam, Thailandia… donde los pequeños que corretean por las calles jugando corren el peligro de convertirse en mercancía, en el mejor de los casos esclavos domésticos, en el peor de los casos víctimas además de la esclavitud de la explotación sexual. Las casas de Misiones Salesianas son casas con las puertas abiertas 24 horas, y por supuesto no cerramos por vacaciones. Excursiones, clases de refuerzo, campamentos, grupos de música y deporte, educación en valores, celebraciones litúrgicas, momentos de reflexión, talleres semiprofesionales, alimentación, y cuidados médicos llenan nuestro tiempo y atienden a los jóvenes y niños de todos esos países. Por no olvidarnos de aquellos pequeños que por causa del abandono o la orfandad viven en nuestros centros y que requieren nuestros cuidados. Por eso estamos orgullosos de decir que cuando todos se van, cuando los demás se marchan, nosotros seguimos ahí, al pie del cañón. Los que trabajamos en Misiones Salesianas pero en la retaguardia cogeremos también nuestras vacaciones de trabajo, todos aquellos que colaboran con nosotros también lo harán, pero lejos o cerca tendremos presentes a aquellos que dedican cada uno de sus días a sembrar sonrisas en tantos y tantos países. Y tú… ¿vas a coger vacaciones también de solidaridad? No nos olvidemos de aquellos que siempre son los olvidados. Que disfrutéis de unas maravillosas vacaciones rodeados de los que más queréis.
Lorenzo Herrero
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