Un nuevo éxodo
Dirección: Hernán Zin. Título en V.O.: Nacido en Siria. Nacionalidad: España. Año: 2016. Fecha de estreno: 12-01-2017. Duración: 86 min. Género: Documental. Color o en B/N: Color. Guion: Hernán Zin y José F. Ortuño. Fotografía: Hernán Zin. Música: Gabriel Yared y Jean Pierre Ensuque.
“Nacido en Siria” es la segunda película de Hernán Zin, periodista reportero de guerra. El film es un excelente documental que invita a la contemplación y la reflexión sobre un tema tristemente actual: los refugiados.
Desde el comienzo de la guerra civil en Siria han sido cuatro millones los sirios que han abandonado su país. Es el mayor éxodo desde la segunda guerra mundial. Más de la mitad de ellos son niños.
La película comienza con el rescate y la llegada de pateras llenas de refugiados sirios a las costas de Lesbos ante la atónita mirada de unos bañistas.
Las cámaras siguen entonces durante un año y por once países a varios niños refugiados.
Conoceremos las historias de Hamude, Jihan, Gaseem, Mohammed, Marwan, Arasulí y Kaisal, siete criaturas de 8 a 14 años, que caminan y reflexionan miles de kilómetros y reflexionan en voz alta. Son niños que no entienden nada, que sufren, aman y rezan, que se hacen preguntas… y que, aun en medio de la miseria, juegan, cantan y bailan… porque son niños.
Las imágenes de los campos de refugiados y de las persecuciones policiales son intercaladas por primeros planos de niños cuyos ojos, heridos por el horror, se esfuerzan en atisbar esperanza. La música excelente y la fotografía ralentizada en ocasiones son los únicos subrayados que hace Zin en una realización impecable que no necesita de ningún aderezo para emocionar.
La película hiere, hace daño e interroga. En una sociedad tan acomodada como la nuestra, estos niños y niñas nos dan a conocer el valor de la paz, el amor a la familia, el esfuerzo por caminar juntos, el compromiso por no dejar a nadie atrás.
Y al otro lado de las vallas y fronteras esta nuestro mundo acomodado, está –ni más ni menos- el espectador. Muchas fronteras –vemos en el film- no están alambradas, están en el interior de todos los que cierran el corazón a la acogida.
Cuando termina la proyección uno debe quedarse en silencio, pensar de verdad qué está haciendo con su vida. Los rótulos de crédito finales nos dicen qué ha sido de la vida de esos niños y dónde han ido a parar. Sus destinos geográficos y vitales han sido distintos… pero todos se nos han quedado en el corazón.
Josan Montull
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