Para Don Bosco, China fue siempre un sueño, una meta. Pero los salesianos sólo pudieron llegar al continente asiático después de su muerte, ya en el año 1906. María Auxiliadora llegó a China antes que los salesianos. Se puede decir que la devoción a María Auxiliadora crece en China a la par que se desarrolla en Turín la obra salesiana. En 1868 se inaugura una pequeña iglesia dedicada a su nombre en la colina de Sheshan (Shanghai). Éste será el foco desde donde se propague en China la devoción a María Auxiliadora. El 24 de mayo de 1871 comienza en la pequeña colina la construcción del gran santuario, en torno al cual se inicia muy pronto un gran movimiento de peregrinación popular. A él peregrinan los primeros misioneros salesianos que llegan a Shanghai en 1924; y lo mismo hace en 1947 la comunidad de las Hijas de María Auxiliadora establecida también en Shanghai. El papa Bendicto XVI, en mayo del pasado año 2007, en la “Carta a los Católicos de República Popular China” pedía a los católicos chinos invocar y confiarse a la Virgen Auxiliadora venerada en el santuario de Sheshan y convocaba a los cristianos de todo el mundo a unirse el 24 de mayo de cada año en una jornada de oración por la Iglesia en China. El Rector Mayor, don Pascual Chávez, siguiendo la invitación del Papa, envió a los distintos grupos de la Familia Salesiana una carta invitando a unirse a esta llamada. Así, la Familia Salesiana de todo el mundo se ha unido en oración por la Iglesia de China, a lo largo de toda la novena y, de manera especial, el día 24 de mayo. A Ella le hemos rezado: “Virgen santa, Auxiliadora, Madre de Cristo, Patrona y Abogada de China, intercede por la Iglesia, por el pueblo y la juventud china, confiados a tus cuidados maternos”.
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