;font color=#CC0000>Novena y procesión;/strong> Entre el año 1954 y el 1964 permanecieron los Salesianos en la capital extremeña, la Virgen recibió culto en el colegio de San Francisco, centro docente dependiente de la Excelentísima Diputación provincial. En 1956, se celebró la primera novena en honor de María Auxiliadora. El último día, se efectuó “la bajada” de la Virgen por medio de una rampa de madera, un tren de engranaje, y un cable de acero, confeccionados por los maestros del taller de mecánica, don Manuel Fuentes y don Ricardo Pérez Rodríguez. El 24 de mayo de aquel mismo año, salió, por primera vez, María Auxiliadora en procesión ante la curiosidad y el asombro de miles de cacereños, que observaban, atónitos, el discurrir festivo y fervoroso del cortejo procesional. Cuando los Hijos de don Bosco dejaron la ciudad, la imagen de la Virgen se trasladó a la parroquia “San Pedro de Alcántara”, siendo párroco don José Polo Cordero. Pero no podemos pasar por alto aquella figura señera y rebosante de amor a María Auxiliadora, y que tanto trabajó por expandir esta devoción: don Josué Mimoso. A partir del año 1976, la Virgen dejó de salir en procesión, hasta veinte años más tarde, gracias a don José María Condón Cordero y familia, asociados y fieles devotos de la Madre y Maestra de la Familia Salesiana. ;font color=#CC0000>50 años después;/strong> El pasado 23 de octubre se celebró, con gran realce, el cincuentenario de la llegada de María Auxiliadora a esta ciudad. Se unieron, a tan feliz acontecimiento, miembros de todas las asociaciones de Extremadura; el Consejo de ADMA inspectorial; don Juan Gómez Solís, párroco de “San Pedro de Alcántara”; don Javier Manzano, Superior general de “Los Hijos de María y de los pobres”; religiosas del colegio del “Sagrado Corazón de Jesús”; feligreses; antiguos alumnos y simpatizantes del carisma de don Bosco. Los actos programados estuvieron fuertemente marcados, sobre todo, por dos acontecimientos dignos de mención. El primero, la inauguración de una calle dedicada a María Auxiliadora, en la urbanización “El rodeo”. El acto contó con la presencia del alcalde de la ciudad, don José María Saponi Mendo. Una vez desvelada la placa con la inscripción “Calle María Auxiliadora”, el representante de todos los cacereños tomó la palabra para alabar el trabajo educativo de los Salesianos a su paso por la ciudad. “ Reconocemos la labor realizada en el colegio de San Francisco pero, sobre todo, agradecemos el legado que nos han dejado: la devoción a María Auxiliadora”. También pronunció unas palabras de agradecimiento el presidente de ADMA local, don Ricardo Pérez. Después, en la parroquia “San Pedro de Alcántara”, el Obispo de la diócesis, don Ciriaco Benavente Mateos presidió la eucaristía y concelebraron los siguientes presbíteros: don Juan Gómez, don Javier Manzano, don Rafael González, don Serafín Berrio y don Siro Vázquez. La interpretación musical estuvo a cargo del grupo “Alborada”. El señor obispo en la homilía resaltó la simpatía y el cariño hacia los Salesianos, a quienes conoció muy de cerca cuando ejercía de párroco en Béjar. En el trascurso de la misma dijo: “Damos gracias a Dios por el legado que nos dejaron los Hijos de don Bosco: La devoción a María Auxiliadora. Les pedimos que sigan propagándola en esta querida parroquia y en la ciudad”. Felisa nos deleitó con sus canciones a María Auxiliadora. A continuación el “Rendidos a tus plantas” clausuró esta eucaristía. Cáceres, “patrimonio cultural de la humanidad”, está custodiada por dos advocaciones marianas muy significativas: desde las alturas, Nuestra Señora de la Montaña atalaya y vela por sus hijos. Y abajo, María Auxiliadora, que acompaña, protege, y consuela.
Siro Vázquez
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