Los Salesianos en el mundo dan una respuesta en medio de una crisis de grandes proporciones.
Una realidad nos llama a la reflexión
“España no es país para jóvenes”, advirtió rotundamente Víctor Reloba, responsable del área económica del Consejo de Juventud de España. Concluyó casi de manera dramática: “Para un joven hoy tener un trabajo ya es de por sí difícil”. Hace un tiempo existían los llamados jóvenes “ni ni”, aquellos “jóvenes que por opción ni trabajaban ni estudiaban”. Hoy no hay opciones. Los jóvenes de este tiempo no tienen opciones a una vida digna.
“Ahora las multitudes de seducidos se están convirtiendo en masa –escribe Zygmunt Bauman, filósofo- y casi de la noche a la mañana, en multitudes de frustrados. Es la primera vez en la que tenemos noticias, en que ‘toda una generación de graduados’ se enfrenta a una alta probabilidad, casi a la certeza, de conseguir unos empleos que serán ad hoc, temporales, inseguros y de tiempo parcial. O a unos pseudo-empleos impagados de ‘adiestramiento’ que han sido recalificados, de modo engañoso, como de prácticas”.
Al hacer esta constatación nos referimos a los jóvenes, a quienes poéticamente los han llamado “el futuro, la esperanza de nuestra sociedad”. ¿Qué futuro se cierne en la vida de estos ‘jóvenes sin futuro’? “Cada vez más han sido vistos como otra carga social, los jóvenes ya han sido excluidos del discurso que aboga por la promesa de un futuro mejor”, reafirma F. Gioux.
Nos hemos preguntado más de una vez: ¿No éramos nosotros los que teníamos que educar a estos jóvenes? ¿Acaso esos jóvenes que criticamos no son nuestros hijos, nuestros alumnos, nuestros estudiantes? ¿No somos nosotros los mayores, los responsables de su, digámoslo de alguna manera, atolondrado comportamiento?
Los salesianos decidimos cambiar la historia de algunos jóvenes
“Nos enfrentamos a una generación de jóvenes más frágiles”, que necesitarán recurrir a “profesionales para educarlos y cuidarlos” y sin duda, se necesitarán padres, educadores “más sabios, fuertes y comprometidos con el rol parental”- afirma Evelin Pra.
En la República Democrática del Congo los salesianos dirigen los Oratorio, atienden en las parroquias, visitan a los jóvenes en la prisión… pero, sobre todo, dirigen la escuela, con sus cursos de alfabetización y formación profesional para cientos de jóvenes. En Etiopía, en medio de riquezas extremas y pobrezas ofensivas, los salesianos educan porque es el único medio para cambiar vidas”. En la India, directamente en Matunga, después de 75 años de servicio, se afirma que la escuela es considerada “obra maestra al servicio de los jóvenes”. En Italia, al sur, los Salesianos se preguntan: “¿cuál es la contribución en la lucha contra la pobreza educativa? Es el esfuerzo de nuestro oratorio educando frente a las crisis de la vida”. La España Salesiana, junto a sus cientos de maestros, profundiza sobre el cambio educativo. En Ecuador, América Latina, miles de maestros reflexionan: “Una propuesta educativa salesiana llamada: “Sistema Preventivo”.
Necesitamos jóvenes que se abran al futuro
Con la lucidez del papa Francisco, éste manifestó a los jóvenes en la JMJ: “No vinimos a este mundo a vegetar”. “No necesitamos jóvenes-sofá, sino jóvenes con zapatos”. “Necesitamos jugadores titulares en la cancha, no hay espacio para suplentes”. Y concluyó con la fuerza de un profeta: “Hay que animarse a cambiar el sofá por un par de zapatos que te ayuden a caminar por caminos nunca soñados y menos pensados, por caminos que abran nuevos horizontes”.
No hay opciones. Necesitamos la fuerza de estos jóvenes que cambien el presente y vivan con dos grandes fortalezas: “que sueñen y que amen lo bello de la vida”-
Los salesianos conocedores de esta realidad no han perdido el tiempo. Recorriendo la nueva página http://www.salesianeducation.com/ se puede visualizar un trabajo esperanzador. Los salesianos están en 132 naciones, con 3643 escuelas, con 940 mil alumnos, acompañados con 68 mil educadores. Atienden 826 centros profesionales, 230 mil alumnos, 15 mil profesores. Se trabaja en 85 universidades, 280 internados, 205 centros de adultos, 163 residencias.
Jesús Jurado
Fotos: ANS
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