El año 1963 fue un año de fecundidad pastoral para la familia salesiana española. Nacieron los “Hogares Don Bosco (HDB)”, un movimiento familiar cristiano inspirado en la espiritualidad salesiana. ¡Un feliz nacimiento! Los “Hogares”, donde se implantaron y desarrollaron, fueron y siguen siendo beneficiosos para las familias y para los mismos salesianos implicados en ellos. Han sido capaces de testimoniar con la vida y el apostolado la belleza y la felicidad de la vida familiar, esforzándose por vivir en plenitud como personas, esposos y educadores de sus hijos, según el plan de Dios. ;font color=#CC0000>Misión de los matrimonios experimentados Nadie ignora la importancia del matrimonio y la familia para el bien de la humanidad. La Iglesia no cesa de favorecer y apoyar a la familia. Recientemente, a finales de noviembre de 2004, se ha celebrado en Roma la XVI Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para la Familia. Sugestivo y sugerente ha sido el tema tratado: “La misión de las parejas maduras y experimentadas respecto a los novios y las parejas jóvenes”. Las familias cristianas poseen un rico patrimonio de valores humanos y cristianos llamado a ser compartido. En esta línea se enmarca la experiencia que se clausuró el 3 de diciembre de 2004. ;font color=#CC0000>Clausura de una experiencia Se trataba de un curso de preparación de matrimonios animadores espirituales (MAE) del Movimiento de Hogares Don Bosco (HDB). La experiencia estaba justificada porque los seglares, por el bautismo, son corresponsables de la misión de la Iglesia; porque después de más de 40 años de una historia acreditada, los Hogares Don Bosco han adquirido madurez y autonomía con capacidad para proveerse de formadores propios; y se justificaba también, porque el exiguo número de sacerdotes y religiosos impide contar con su servicio a ese nivel. ;font color=#CC0000>Momento histórico Al inicio de la sesión de clausura, el director del curso, don Miguel Aragón, afirmó que en el cristianismo las utopías estaban llamadas a convertirse en realidad. Así había sucedido con esta experiencia, acariciada durante años. Felicitó a los siete matrimonios de esta primera promoción por la ilusión puesta y el esfuerzo realizado, y dijo que el curso había sido un éxito, no porque él lo decía sino porque ese era el testimonio unánime de los participantes. El secretario técnico del curso, Pepe Caballero, destacó la constancia, el esfuerzo y el entusiasmo de los cursillistas y la disponibilidad de los orientadores, seis salesianos y un sacerdote secular. Don Eusebio Muñoz, presidió el acto de clausura en representación del Sr. inspector y como Delegado para la Familia Salesiana, felicitó por la realización del curso y calificó la experiencia de momento histórico. Una experiencia dijo, que era necesario repetir en otras localidades. Sincero y emotivo fue el testimonio de Manoli y Diego, uno de los matrimonios, que haciéndose eco del sentir de todos manifestaron lo provechoso del curso para su vida espiritual y para lo que se pretendía. El presidente inspectorial de Hogares, Pepe Benavente, entregó a los matrimonios un diploma acreditativo del curso y Juan José García, responsable local, obsequió con sendas placas de agradecimiento a los orientadores. Clausuró el curso el director de la Obra salesiana de Córdoba, don Francisco Ruiz, felicitando y auspiciando que las asociaciones de padres fueran dinamizadas por grupos de Hogares don Bosco. ;font color=#CC0000>Disponibles para un servicio eclesial Un año ha durado la pionera experiencia realizada en Córdoba capital, en cuya provincia existen más de 50 grupos de Hogares Don Bosco. La experiencia fue encomendada por la Comisión inspectorial de Hogares a la Comisión local que, en todo momento colaboraron en estrecha unión. El curso ha sabido a poco. El objetivo era dotar a los HDB de matrimonios animadores espirituales de los grupos mediante una preparación específica de los mismos. Por su parte, los matrimonios se comprometían a realizar con seriedad el curso y, una vez terminado, estar disponibles para animar grupos de Hogares, un servicio eclesial, y para participar en las reuniones de seguimiento que mantendrán vivo el espíritu de la experiencia. ;font color=#CC0000>Una metodología acertada La metodología partía de la base de orientar más que de impartir un cursillo. Partía también de la convicción de que el protagonista de su formación es la persona interesada. Ha supuesto un trabajo intenso repartido en horas presenciales y no presenciales. El contenido ha sido extenso y variado desde el campo teológico, cristiano, bíblico o salesiano, al campo de la moral, la doctrina social de la Iglesia, profundización en el Ideario o navegación por Internet. ;font color=#CC0000>¿Tendrá futuro? El futuro de Hogares Don Bosco está en una atención de calidad a los grupos actuales y en una entusiasta promoción de nuevos grupos que debe ser empeño de toda la Familia Salesiana. ¿La experiencia mencionada contribuirá a revitalizar al Movimiento Hogares Don Bosco? Sin lugar a duda, que los matrimonios animadores espirituales jugarán, en lo sucesivo, un papel importante. Pero lo principal es secundar las inspiraciones de Dios actuando como don Bosco y teniendo como aliada a María Auxiliadora.
Miguel Aragón
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