La celebración de la Eucaristía, en la parroquia de Santa María Magdalena del popular barrio de Los Molinos, donde está situada la “Casa Salesiana Don Bosco”, fue el primero de los actos. Asistieron la gran mayoría de la población de la barriada por la labor silenciosa y sacrificada que han realizado en ella las Salesianas en estos años.La parte académica tuvo lugar en el Colegio de los Hermanos de la Salle. En el numeroso público asistente, el Consejo inspectorial de las FMA de Andalucía y Canarias, unas cincuenta Hermanas Salesianas andaluzas, religiosas de otras congregaciones en Almería, sacerdotes, profesores, educadores, empleados antiguos y actuales, bienhechores, antiguas alumnas y cooperadores salesianos y las señoras de la Asociación de María Auxiliadora. El acto, presidido por la Inspectora, sor María del Rosario García, dio comienzo con la lectura del mensaje enviado por la Superiora General del Instituto de las FMA, Madre Antonia Colombo. Expresaba su gratitud a las Hermanas que habían hecho fecunda la tierra almeriense en el campo de la misión educativa y de la evangelización, uniendo su agradecimiento a cuantos desde 1958 “habían colaborado en construir una presencia educativa que ha sido y es punto de referencia para muchas familias y para Almería”. Sor Valle Angorrilla siguió con una emotiva intervención en la que expuso el agradecimiento de toda la Inspectoría a Dios, porque esta presencia había sido y quiere seguir siendo “expresión del amor preventivo de Dios desde la comunión y desde el regalo de la vida, educando con el corazón de los santos fundadores, Don Bosco y Madre Mazzarello” y reafirmando su compromiso educativo y de toda la Inspectoría en favor de la niñez y juventud pobre y necesitada.Un trabajo que da frutosCerró la parte académica sor María Fe Núñez que presentó una síntesis del recorrido histórico de la fundación, en sus dos etapas de Internado y Casa Familia, a la que unió la exposición de la dimensión educativa y actividades pastorales centradas en la práctica del Sistema Preventivo: su entrega y sus resultados, sus crisis y sus soluciones, su constancia y su fe… Un almuerzo fraterno puso fin a las celebraciones, pero no a los sentimientos como confirmación de que Dios ha hecho fructificar con abundancia la semilla sembrada en Almería, siendo su expresión más evidente, la devoción a la Virgen Auxiliadora, que las Salesianas han infundido en niños, jóvenes y adultos de su entorno.El 24 de mayo se clausuraron los actos de acción de gracias por la presencia de las Hijas de María Auxiliadora en Almería con una Eucaristía presidida por el Sr. Obispo don Adolfo González Montes. “Vuestra entrega no ha sido en vano; seguiréis dando fruto, porque lo que el Señor quiere, prospera por sus manos. Gracias por vuestra donación gratuita a tantos niños y jóvenes. Al verdadero amor se le conoce por lo que da, no por lo que pide”.
María Fe Núñez
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