Alejandro León asegura que permanecerán en Siria “mientras haya alguno que nos necesite“.
SIRIA
El mes de mayo comenzaba en Siria con una nueva tregua de veinticuatro horas entre las partes en conflicto. Este alto el fuego se produjo después de varios días de enfrentamientos que han dejado un saldo de casi trescientos muertos, la mayoría civiles.
En este contexto de sufrimiento extremo el salesiano Alejandro León, misionero salesiano en Medio Oriente, en declaraciones a la agencia de noticias Salesianas ANS ha ofrecido su testimonio sobre lo que está sucediendo en Alepo.
“En todo el Medio Oriente existen muchas situaciones difíciles, pero especialmente en Siria, y estas últimas semanas en Alepo. Se podría decir que ha sido una de las peores semanas vividas en estos cinco años de guerra”, declaró en mitad de la tregua.
Para los salesianos que se encuentran sobre el terreno “la situación es muy confusa porque son muchas las fracciones en pugna en una guerra de todos contra todos, donde desgraciadamente los civiles están en medio y sufriendo la peor parte”. Esta situación ha provocado las olas de refugiados de los últimos meses en Europa y Oriente Próximo.
En cuanto a la realidad de la comunidad salesiana señaló que “los Salesianos estamos ubicados en el centro de Alepo y por gracia de Dios hasta ahora nuestras instalaciones no han sufrido grandes daños, la estructura se mantiene”.
Muchas iglesias y parroquias de la ciudad han sido destruidas y la gente se está integrando a la vida del oratorio salesiano o también muchas parroquias “usan nuestras instalaciones como sede reunión, así ellos siguen manteniéndose unidos como comunidad”, explicó.
En línea con lo anterior, el salesiano señaló que “un ejemplo muy significativo de experiencia de iglesia nos lo dan los sacerdotes jóvenes de distintos ritos cristianos que se juntan semanalmente en nuestra casa para formarse, rezar, animarse y compartir sus experiencias de fe en este contexto”.
Cada cuatro meses los cristianos de la ciudad se encuentran en nuestra Iglesia para pedir por la paz. Esto ha acercado mucho a los salesianos a todos los cristianos que permanecen en Alepo.
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