Los salesianos llegaron a la capital de Togo el 6 de abril de 1982. Eran tres: Juan Manuel Melgar (primer director y párroco), Lucas Camino y Antonio César Fernández. La buena acogida que se les dispensó hizo que, ayudados por muchas familias y jóvenes de Lomé, comenzaran enseguida a desplegar las alas y la fuerza del carisma de Don Bosco en la zona de la ciudad donde se establecieron. Los frutos llegaron pronto: una comunidad parroquial creciente y dinámica, la atención educativa a las escuelas, la multiplicación de iniciativas al servicio de la población en general y de los jóvenes en particular, el Centro de Aprendizaje “Maria Auxiliadora” (CAMA) y la construcción del templo parroquial gracias, en gran parte, a la generosidad de bienhechores de las –entonces- dos inspectorías salesianas del sur de España y, especialmente, de la Asociación de Maria Auxiliadora. Dieron su vidaEntre los muchos salesianos que han pasado por esta parroquia salesiana de Lomé en estos 25 años, debemos recordar a dos que ya partieron hacia la casa del Padre: José Antonio Rodríguez Bejarano, que dejó huellas de amor a los jóvenes y de celo pastoral en esta casa salesiana antes de ir a fundar en Kara, al norte de Lomé, la segunda presencia salesiana de Togo, y Francisco Carrillo, que, como director y párroco, dirigió la construcción de la iglesia. El presenteHoy, la parroquia “María Auxiliadora” de Lomé (Togo) consta de cinco grandes comunidades con más de cien grupos, asociaciones y movimientos, 1.600 catecúmenos, el Centro de Formación Profesional para jóvenes aprendices y un dispensario. Junto a los Salesianos, hay otros grupos de la Familia Salesiana presentes en la zona que son también fruto de este despliegue del espíritu de Don Bosco en Lomé: las Hijas de Maria Auxiliadora, con una escuela y un centro para la formación y promoción de las jóvenes, un Centro de Salesianos Cooperadores y la Asociación de Maria Auxiliadora (ADMA) . Y, cómo no, la treintena de religiosos y sacerdotes, que esta parroquia salesiana de Lomé ha dado a la Iglesia y a la Congregación durante estos 25 años. “Desde el primer instante de la presencia salesiana en esta parroquia, -dice José Manuel Nogueroles, su actual director y párroco-, la solidaridad misionera nos ha sostenido en nuestras acciones, por eso me permito solicitarla de nuevo, para que los numerosos desafíos que tenemos planteados puedan encontrar las respuestas que la creatividad del espíritu salesiano ha sabido siempre buscar”.
José Manuel Nogueroles
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