El país más joven del mundo está resultando un estado fallido
SUDÁN DEL SUR
El verano ha resultado ser un momento especialmente violento en la República de Sudán del Sur, el país más joven de los creados en el mundo tras su independencia en 2001. La misión salesiana, en este contexto, no ha parado de ayudar.
Las últimas oleadas de violencia se iniciaron el pasado 7 de julio en la capital de Sudán del Sur, en Yuba. Tras unas intensas jornadas de destrucción y de muerte, se estableció un alto el fuego el 11 de julio. Desde entonces varios ciudadanos extranjeros, con la asistencia de diplomáticos de sus respectivos países, han empezado a abandonar el país. Las calles han estado desiertas durante semanas y los hospitales, las escuelas, las fábricas y los centros comerciales cerrados.
David Tulimelli, uno de los miembros de la Misión Salesiana de Gumbo, a las afueras de Yuba, respondió desde los primeros momentos buscando alimentos para la ingente cantidad de personas que han llenado la Obra Salesiana. Y es que los enfrentamientos han hecho subir los precios de los alimentos.
La Misión Salesiana atendió en las primeras semanas del mes de julio entre 3.000 y 4.000 personas, a las que hay que sumar los bebés, la mayoría mujeres y niños. Y a medida que se han estabilizado los conflictos, los que viven más cerca han regresado a sus hogares, aunque algunos de ellos siguieron comiendo y durmiendo en la misión, para estar seguros.
En la Misión Salesiana se han quedado los habitantes de las ciudades de las áreas más afectadas (Rock City, Muniki, Jebel Kujur, Check Point, Gudele, entre otros). Muchos de ellos habían intentado regresar a sus hogares, pero se han encontrado con sus viviendas completamente destruidas o saqueadas.
“La Misión Salesiana en Gumbo está tratando de satisfacer las necesidades de las personas con todos los recursos disponibles y todo el personal. Todas las comunidades religiosas presentes en la misión (Salesianos, Hijas de María Auxiliadora y las Hermanas de la Caridad de Jesús) se han unido para ayudar a las personas y proporcionar refugio, atención médica, saneamiento, alimentos y agua. Pero nuestros recursos son escasos y para corto plazo; a menos que la ayuda divina o internacional venga en nuestra ayuda”, señala el salesiano CJ Shyjan.
Según los datos que ha aportado el propio Shyjan a final del mes de julio, “la Misión Salesiana en Wau acoge actualmente 5.000 personas, que necesitan el mismo tipo de asistencia”.
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