Hola a todos: Estoy muy contenta de estar aquí. Os cuento cómo es el día a día y la vida en esta ciudad a 160 Km., más o menos, de Addis Abeba, capital de Etiopía. La misión es inmensa y salesianas y voluntarios desarrollamos muchísimas labores. Hay una escuela técnica donde se enseña moda e informática; una escuela primaria, dos guarderías, un dispensario y un ;i>feeding, donde se da de comer a todos los niños enfermos y mal nutridos que llegan; algunos huérfanos se quedan a vivir con nosotros hasta que vienen a recogerlos sus padres adoptivos. En la misión hay también dos bibliotecas y funcionan talleres de costura y de realización de cestos para mujeres y chicas jóvenes que necesitan dinero. Los fines de semana, además, hay catequesis y, por la tarde, el oratorio. Mi tarea es estar en la escuela primaria, sustituir a los profesores cuando faltan, organizarles, dirigirles e intentar decirles cosas para que mejoren. Pero digamos que hago de todo: fotógrafa, ayudante de enfermería, carpintera, pintora, taxista, modista…pues siempre hay muchas cosas que hacer. Los niños son encantadores, te saludan entusiasmados, te dan la mano, incluso te hacen reverencias. Muchos van descalzos, con la ropa sucia y rota. Hay mucha pobreza. Sus casas son pequeñas habitaciones donde viven hasta cinco personas. No tienen muebles y muchos duermen en el suelo, sobre cartones. Cada dos por tres están enfermos con malaria, por picaduras o por problemas de piel. La mayoría de la población es de religión ortodoxa y, también, hay muchos musulmanes. Tienen costumbres muy diferentes de las nuestras, y el idioma es difícil de aprender. Pero aquí todo está perfecto y Etiopía y yo os mandamos un abrazo enorme a todos.
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