Es conocida la sensibilidad de la Iglesia ante los problemas sociales y su valiente respuesta ante la realidad de la pobreza en nuestra sociedad. El pasado año, el Boletín presentó el mensaje de las diferentes encíclicas de la Doctrina Social de la Iglesia. Desde la Quadragesimo anno (1931) de Pío XI hasta la Centesimus annus (1991) de Juan Pablo II muestran la función que la Iglesia puede desempeñar ante los problemas sociales. Ello nos debe comprometer a seguir la preocupación constante de la Iglesia por los más necesitados, es decir, a una opción preferencial por los más pobres. En la encíclica Sollicitudo rei socialis (1987) Juan Pablo II propone como exigencia moral el valor de la solidaridad, dirigido por igual a creyentes y a no creyentes; y una denuncia muy fuerte a la falta de conciencia social que existe entre tantos católicos por el compromiso por una sociedad más justa y más humana, por un desarrollo integral de toda persona humana. La Confederación de Centros Juveniles Don Bosco y la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas son dos organizaciones salesianas, que proponen en su misión la preferencia por menores y jóvenes en situación de riesgo o de exclusión social. Desde este compromiso cristiano ponen al servicio de la sociedad una serie de proyectos y actuaciones; y exigen a los poderes públicos que no cejen en su obligación de atender estas necesidades, bien directamente, o bien apoyando a las organizaciones sociales y no gubernamentales. Gran parte de este apoyo a las organizaciones sociales se realiza a través de la convocatoria de subvenciones del 0,7% del impuesto sobre la renta. La Confederación Don Bosco, que gestiona fondos de esta convocatoria desde 1993, coordina durante 2011 un total de seis programas que atenderán en todos los Centros Juveniles y Federaciones a un total de 34.815 beneficiarios. La Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas, que atiende en total a 16.542 beneficiarios, recibe fondos del IRPF desde 2001, y durante 2011 coordina nueve programas de atención directa. Esta convocatoria del IRPF obtiene sus fondos a partir de la voluntad de los contribuyentes, que marcan la casilla «Asignación de cantidades a fines sociales» en su declaración de la renta. Es compatible y coherente marcar simultáneamente las casillas de la Iglesia Católica y la de Fines Sociales, porque así se destina un 0,7% de los impuestos de cada contribuyente a la Iglesia, y otro 0,7% a los programas sociales que realizan las ONG, muchas de ellas católicas. Si no se marca alguna de las dos casillas, es el Estado el que decide el destino de esos impuestos. En la web www.xsolidaria.org puedes encontrar más información.Gracias a la X solidaria, en 2010 los Centros Juveniles pudieron educar en valores a 20.093 jóvenes; organizaron campamentos de verano para 18.341 menores; ofrecieron orientación laboral a 2.122 jóvenes; formaron a 3.854 voluntarios siguiendo el estilo educativo de Don Bosco.Gracias a la X solidaria, en 2010 las Plataformas Sociales ofrecieron apoyo socioeducativo a 1.162 menores en situación de vulnerabilidad; realizaron itinerarios de inserción laboral con 1.526 jóvenes; promovieron la inserción social de 235 mujeres; equiparon recursos residenciales que dan hogar a 240 menores, jóvenes e inmigrantes en situación de desamparo.
Ferran Solé
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