No hay momento más bonito para la Asociación de María Auxiliadora (ADMA) que la creación de una nueva Asociación Local. La devoción a María Auxiliadora y el deseo de transmitir esa fe en la madre de Dios y auxilio de los cristianos hizo que un sueño de muchos años se convirtiera en realidad el pasado 24 de noviembre de 2018 en la ciudad malagueña de Coín.
Ese día y en ese lugar se constituyó canónicamente la nueva Asociación de María Auxiliadora de Coín y su adhesión a la Primaria de Turín, en una eucaristía en la iglesia de San Juan y San Andrés presidida por el párroco de la localidad y concelebrada por tres salesianos, Alejandro Guevara –Delegado de Familia Salesiana de la Inspectoría de María Auxiliadora (SMX)–, José Miguel Larrión y el coineño Pepe González. No faltaron autoridades civiles, militares y religiosas, además de vecinos y fieles. Monseñor Jesús Catalá, obispo de la diócesis de Málaga, y Ángel Asurmendi, Inspector de Salesianos María Auxiliadora, no estuvieron en el acto, pero si su consentimiento por parte del primero y la firma en el decreto de erección canónica, por parte del segundo. Este momento se llevó a cabo tras la finalización de la misa, además de la entrega del reglamento de la asociación, el certificado de pertenencia de la misma, la medalla y la carta de identidad carismática de la Familia Salesiana.
La sensación reinante tras la celebración fue de “por fin”. Inmensa es la devoción que esta población malagueña profesa a la Virgen desde la década de los cuarenta del siglo pasado, cuando se compró la talla de María Auxiliadora por parte de su párroco, Francisco Lanzat, antiguo alumno salesiano.
A partir de ahora, los 24 de mayo tendrán un sabor especial en Coín.
Daniel Díaz-Jiménez Carmona
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