La Comisión Nacional de Parroquias viene realizando de forma periódica, jornadas de formación para Salesianos que trabajan en parroquias. El punto de partida del trabajo de este año ha sido el documento de don Antonio Doménech “La identidad de la Parroquia confiada a los salesianos” (ACG 396). Tomado como telón de fondo y retitulado como “Jóvenes y Parroquia” fue presentado de manera ágil y dinámica por los primeros coordinadores de la Comisión, (Julio Díez, Emili Marcos, Ángel Pinto y Txetxu Villota), gestores de la “Propuesta Pastoral de las Parroquias Salesianas” y dirigido y animado por el Delegado Nacional de Pastoral Juvenil, Rosendo Soler.Jornadas de reflexión y trabajoLas mañanas se dedicaron a la presentación del tema, a la reflexión y al trabajo en grupos, fue el momento más intenso y vital. Se tocó más la vida que las ideas, se removieron experiencias directas para pensarlas juntos, para compartir sensaciones y reflexiones. Los cuatro temas de reflexión se centraron en las siguientes temáticas: La parroquia… una realidad en profunda transformación, donde los contextos sociales han cambiado tan radicalmente su configuración y su feligresía; la “salesiana parroquia”, originalidad y estilo propio; la parroquia centro de evangelización y educación en la fe, buscando las iniciativas más directas para proponer la fe; y por último, la opción juvenil de la parroquia salesiana que retoma el criterio oratoriano en la nueva cultura juvenil: dando posibilidad de pasar de la soledad al grupo, cultivar la interioridad, abrirse a la vida y a los otros, tener la posibilidad de un acompañamiento personal. Las tardes fueron de otro talante, dedicadas a la presentación de experiencias de actualidad como la Iglesia e Internet, los nuevos caminos de la catequesis, y la celebración de los sacramentos, animadas por expertos como Juan Yzuel, de Ciberiglesia, Álvaro Ginel y Josep Mª Maideu, que ofrecieron orientaciones prácticas hacia dónde caminar, además de dar pie a comunicar un gran número de experiencias y casos concretos. Las noches, eran espacio para la tertulia, el intercambio de experiencias entre los asistentes, o a la visita por la ría de Bilbao.Experiencias y testimoniosLa tarde del jueves, 3 de julio, lo dedicamos a conocer otras experiencias. Aprovechamos nuestra presencia en la Inspectoría de Bilbao, para trasladarnos a Vitoria. Fuimos recibidos por la parroquia salesiana de San Francisco Javier. Koldo Gutiérrez, el párroco y miembros del equipo de pastoral presentan la parroquia y su dinámica de trabajo, sus experiencias más significativas y la vida concreta de la comunidad. Al acabar, nos trasladamos a la Delegación de pastoral con jóvenes, donde el Vicario de Pastoral Juvenil de la Diócesis nos expone las iniciativas trabajadas en red en la diócesis por y con los jóvenes. Entre las experiencias presentadas, visitamos una muy especial: el Centro Sicar, una pequeña capilla, situada en pleno centro de la ciudad y en una zona de movida juvenil, que se ha convertido en espacio abierto para jóvenes y la oración, celebración, escucha, etc. Allí mismo, celebramos la Eucaristía presidida por el Señor Obispo, don Miguel Asurmendi, con el que compartimos la cena en ambiente de familia. La presencia del Inspector, don Félix Urra, a lo largo de todas las jornadas en diversos momentos y en la Eucaristía de la clausura, dan el broche final a esta jornada de formación.Tiempo para la reflexiónJornadas de trabajo y reflexión, de compartir experiencias y de convivencia fraterna, acompañadas de momentos tranquilos de oración y bien preparados, y la Eucaristía al final de la jornada, animaron a seguir adelante superando las dificultades del momento.Ahora toca seguir reflexionando en los lugares de origen y poner en práctica sus conclusiones del último día de Jornadas. A cada Inspectoría le toca hacer llegar, por los representantes que estuvieron en el encuentro, las reflexiones y sensaciones que se compartieron tan estrecha y vitalmente. Pero lo más importante de todo lo conseguido, es no dejar de reflexionar y pensar sobre las parroquias, no conformarnos con lo que tenemos y sabemos, no arrugarse ante las dificultades. Conscientes de las circunstancias de cada época, tenemos que seguir siendo fieles a nuestra vocación en este ambiente tan privilegiado para la evangelización de jóvenes que son las parroquias.
Jesús Arce
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