Queridos lectores del Boletín Salesiano:
Cuando llega esta época me gusta releer el cuento de navidad «El día que Jesús no quería nacer», del periodista y escritor Antonio García Barbeito. Lo escuché en directo de su autor en el tradicional Pregón de la Navidad que la casa salesiana de Utrera ofrece cada año. En aquella ocasión se cumplían los 125 años de la llegada de los Salesianos a España. Es una preciosa obra llena de emoción y mensaje que hace reflexionar sobre el sentido auténtico de la Navidad.
En forma de pieza teatral el cuento navideño narra el momento en el que una familia colocando el Belén descubre que falta la figurita del Niño Dios. Creen que lo han perdido hasta que se escucha una voz. Es la figura del Ángel, que cobrando vida anuncia dramáticamente a la familia que Jesús no nacerá porque el mundo no tiene razones para la celebración de su nacimiento. Se siguen soportando guerras, violencias, indiferencia, hambre, desigualdades… no hay razones para celebrar la Navidad. Jesús no nacerá. Sin embargo, a pesar del anuncio del Ángel, cada una de las piezas que forman el Belén comienzan a cobrar vida, como si de una revolución del pueblo se tratase. Toman la palabra y argumentan con razones que Jesús, hoy, sigue siendo esperado y necesitado en este mundo. ¡Cómo no va a nacer!
En la conclusión del Año de la Misericordia y preparación de la Navidad 2016 son muchas las razones que tenemos los creyentes para anunciar que necesitamos la venida de Jesús y la Navidad. Loli Ruiz, que es salesiana e inspectora de la provincia Mª Auxiliadora de Sevilla me regaló sus razones: “…la práctica de las obras de misericordia han estado muy presentes este año. Hemos podido abrir el piso para acogida de mujeres inmigrantes, proyecto Alafia en Sevilla desde la Fundación Mornese. Pienso que como fruto de este año jubilar nos puede quedar vivir la aceptación profunda de cada persona tal como es, la acogida incondicional del otro/a. Me quedo con el mensaje tras lo leído, escuchado y trabajado en este año: el tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signos del amor de Dios. El perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón. Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir felices”.
Querida Familia, al colocar el Niño Jesús en el Nacimiento junto al árbol de la Navidad, dediquemos un tiempo a pensar y decir en voz alta antes de la cena de nochebuena nuestras razones para seguir celebrando al que es esperanza y alegría en nuestro corazón: Jesús. ¡Feliz Navidad!
Autor del dibujo: Fano
Leonardo Sánchez Acevedo, sdb
director@boletin-salesiano.com
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