Hasta el 29 de agosto, Katrina nos sonaba a nombre de mujer. Ahora la mayoría lo asocia con el huracán que ese día arrasó parte de los estados de Luisiana y Mississippi, en Estados Unidos. La ciudad más afectada junto a Biloxi es Nueva Orleans, cuna del jazz y poseedora de una larga historia. Así era hace a penas unas semanas, ahora la fotografía es otra. El 80% de sus calles no las inunda la música sino el agua. La gente que no pudo (o no quiso) salir de la ciudad se refugió en los lugares habilitados. Pero el huracán llegó con más fuerza de la esperada y causó más destrozos de los previstos. La rotura de los diques de contención del agua provocó la inundación de la ciudad. Los daños materiales han sido enormes, pero más aún los daños personales. Hay cientos de víctimas mortales, miles de heridos y cientos de miles de personas desplazadas lejos de sus hogares y sin noticias de sus familiares y amigos. Fue todo demasiado rápido, nadie esperaba unas consecuencias tan devastadoras y tan mal gestionadas. Ya han empezado las labores de reconstrucción, pero aún queda mucho por hacer. Grandes daños materiales Los salesianos y las salesianas de la zona han sufrido de cerca el efecto del huracán. No han sufrido daños personales, pero las pérdidas materiales han sido cuantiosas. Con el aviso de la llegada del Katrina, los salesianos del Liceo de Shaw y de la Parroquia de San Juan Bosco, se refugiaron en el segundo piso del nuevo edificio escolar, que fue sacudido violentamente y muchas ventanas se rompieron, aunque ninguno de ellos resultó herido. Los salesianos de la Parroquia de Santa Rosalía se refugiaron en el primer piso del colegio, junto a otras nueve personas. Don Tom Gwozdz, también salesiano, permaneció en uno de los edificios del seminario de San Benedicto. Las salesianas de la zona fueron evacuadas antes del temporal y se trasladaron a un motel en Shreveport. Sin embargo, los daños materiales en los colegios y las parroquias han sido enormes. Los informes iniciales indicaban que el Liceo de Shaw, la Parroquia San Juan Bosco y la de Santa Rosalía tienen las ventanas rotas, los techos arrancados y sufren el derrumbe parcial de algunos de sus edificios. Respuesta salesiana al desastre El inspector de New Rochelle, don James Heuser, junto a otras personas evaluaron la situación de la gente afectada por el huracán. El encuentro sirve para reforzar y coordinar la respuesta a las necesidades inmediatas y planificar la vuelta de los salesianos a la zona. Después de una semana, el Fondo de Solidaridad Salesiana para el huracán Katrina había reunido ya 36,096.24$. Es “un buen inicio -ha comentado el inspector salesiano- pero debemos continuar los esfuerzos a favor de tantos jóvenes y feligreses que han huido y que ahora tienen necesidad de todo, porque el huracán se lo ha llevado todo”. Para más información de cómo colaborar pueden dirigirse a: ;img src=Marcas/RomboA.gif> SDB: sdbsue@aol.com info@salesianmissions.org ;img src=Marcas/RomboA.gif> FMA: fmasegretaria@cgfma.org
Rebeca Martín
No hay Comentarios