¿Qué supone para ti, como salesiana, el servicio que te ha sido confiado en la Iglesia?;/strong> Hacer concreto el amor de don Bosco y de Madre Mazzarello por la Iglesia y por el Papa. Los tres amores de don Bosco: la Eucaristía, María Auxiliadora y el Papa deben aparecer en la vida de cada Hija de María Auxiliadora, en cada experiencia de vida y servicio concreto. Cuando se llega a ocupar un cargo como el tuyo, ¿cómo influye tu vocación salesiana en el desempeño de la nueva tarea?;/strong> La vocación salesiana plasma nuestro ser, se reaviva en la nueva vida, plasma nuestra misión, me lleva a mi misma, con el esplendor de mi vocación, en mi servicio en la Iglesia y por la Iglesia. ¿Qué aspectos del carisma salesiano pueden ser una riqueza para tu misión en la curia vaticana?;/strong> Intento llevar a mi servicio las características del carisma salesiano: la fe en la dulce Providencia del Padre, el trabajo asiduo, la alegría, la cordialidad, la disponibilidad. No solo éstas sino también las características más femeninas: el “cuidado”, la atención discreta a todos. Las personas que trabajan en el Dicasterio forman hoy parte de “mi familia” y los ambientes de trabajo son “elementos” de mi casa. Desde que trabajas en el Dicasterio ¿has encontrado algún tipo de resistencia, por parte de los hombres, por el hecho de ser mujer?;/strong> Sinceramente no. No existen dificultades ni por mi parte, ni por la suya. Por otro lado no es la primera vez que trabajo en lugares en los que la mayoría son hombres. He participado como experta en tres Sínodos de Obispos y en diversas comisiones eclesiales. Estos encuentros te enriquecen y te hacen ver cuántas cosas se pueden aprender si tienes una actitud de escucha. ¿Qué mensaje quieres dejar a las Hijas de María Auxiliadora?;/strong> El Papa Juan Pablo II, en la Exhortación apostólica “Vita Consecrata”, nos invitaba con fuerza no solo a recordar y contar nuestra gloriosa historia, sino a construir una gran historia. “Mirad al futuro… -afirmaba el Papa- en el que el Espíritu os proyecta para hacer con vosotras cosas grandes… estad siempre prontas, fieles a Cristo, a la Iglesia, a vuestro instituto y al hombre de nuestro tiempo. Seréis así renovadas por Cristo día a día, para construir con su Espíritu comunidad fraterna, para lavar con él los pies de los pobres y dar vuestra insustituible contribución a la transfiguración del mundo”. Es el Espíritu el que nos conduce a hacer cosas grandes. El Espíritu que crea y recrea.
Pilar Moreda
No hay Comentarios