El cardenal salesiano Óscar Rodríguez Maradiaga, visitó Madrid para clausurar, el 15 de noviembre, la XIV Asamblea General de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER). Tuvo una ponencia ante unos 400 religiosos y religiosas, y presidió la eucaristía de clausura. Además, mantuvo un encuentro con los medios de comunicación en los que abordó diferentes temas de la actualidad política y eclesial. Con su tono abierto y jovial, fue respondiendo a las preguntas de los informadores y, entre ellas, también a algunas cuestiones sobre su reciente participación en la beatificación de Ceferino Namuncurá, joven mapuche argentino y aspirante salesiano.P.- Ha estado participando en la Asamblea de la CONFER, ¿cómo valora esta asamblea? R.- Estoy muy contento y aprovecho para felicitar a al Vida Consagrada en España. Y quiero agradecer a los más de 17000 misioneros religiosos en el mundo, que es un testimonio, tenemos mucho que agradecer por la evangelización en Centroamérica. P.- Monseñor, usted acaba de llegar de Argentina, donde ha participado en la beatificación del aspirante salesiano Ceferino Namuncurá. ¿Qué ha supuesto esta beatificación?R.- Me parece que es un gran estímulo y un recuerdo de que no estamos arando en el mar, y un recuerdo de que nuestra pedagogía heredada de don Bosco es eficaz para producir santos en la sencillez, en la humildad, en lo cotidiano. P.- ¿Y qué puede decir, a los salesianos de hoy, este acontecimiento?R.- Cuando veo a Ceferino, que llega analfabeto al colegio salesiano y que en siete años alcanza la santidad, esto quiere decir que hay algo bueno en el sistema de don Bosco y que existe también, hoy día, ese potencial. Lo único es que debemos hacer que el potencial trabaje, no sentirnos como que ya está vencido o pasado de moda, sino que tienen una gran actualidad y que los chicos responden también al deseo de la santidad cuando se lo sabemos proponer. P.- ¿Y cómo proponer la santidad hoy a los jóvenes?R.- Pienso que a veces nos queda una especie de complejo, no sabemos si esto va a ser aceptado o no. En tiempos tan difíciles como los tiempos de don Bosco, cuando había una oposición total al evangelio y a la Iglesia, todo eso se vuelve santidad por la santidad de un hombre que entendió qué era lo más importante en su vida de evangelizador. P.- En España acabamos de celebrar la beatificación de 63 mártires de la Familia salesiana…R.- Claro, aquí en España, con 63 mártires de la Familia Salesiana, nada menos que toda esa fuerza evangelizadora tiene que reavivar nuestro deseo de seguir a don Bosco y practicar su sistema preventivo. P.- Un estilo, un sistema que sigue siendo válido hoy…R.- Cierto, está demostrado, por los testimonio de santidad, que funciona, pero debemos hacerlo funcionar. El sistema preventivo tiene una gran actualidad hoy. Cuando escuchaba al presidente Bush hablar de la guerra preventiva, pensaba ¡qué aberración!, si lo que debemos hacer es prevenir la guerra. Y me vino a la cabeza qué distinto sería si todos practicásemos el sistema preventivo de don Bosco. Hay una unión enorme entre sistema preventivo y santidad. Se trata de volver al sistema preventivo con mucho entusiasmo y con corazón misionero.P.- ¿Cómo ve usted la evangelización de los jóvenes hoy?R.-Para mí es un punto de referencia. Hay mucha gente que dice que la juventud anda perdida, que no está cerca de la Iglesia. Mentira, muchas veces nosotros no estamos cerca de los jóvenes. Dice el refrán que hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece. En mi país hace más ruido una pandilla juvenil y no todo el bosque que está creciendo. Cada año tengo más de diez mil jóvenes en confirmación, y no son jóvenes que van ocasionalmente, sino que hacen un compromiso con Cristo. Y esto se traduce en vocaciones. En todas partes la juventud está deseosa de que se le propongan grandes ideales, y entre nosotros está saber hacerlos cercanos y asequibles a ellos.P.- Usted ha sido nombrado presidente de Cáritas Internationalis. R.- Ha sido un honor para mí, porque Cáritas es un punto de referencia para el amor concreto. Y en Cáritas estamos dando no sólo ayudas materiales, sino integrando a muchos jóvenes, también españoles, que van a Latinoamérica y, cuando regresan a España, están cambiados. Porque la solidaridad es una autopista de doble sentido: va y viene, da y recibe.P.- ¿Habría que implicar más a los laicos en lo político?R.- Nuestro laicado ha crecido mucho ad intra, pero han crecido poco ad extra, en el campo de la política y de la economía. En el campo de la política es asignatura pendiente. ¿Por qué no tenemos políticos que se ocupan del bien común? Ha faltado formación en el ámbito de lo político. P.- ¿Podría hacernos una valoración de este tiempo de pontificado de Benedicto XVI?R.- Soy bastante positivo. Uno de lo sindicadores es la plaza de San Pedro, los miércoles o los domingos. La plaza de San Pedro no se ha quedado vacía, sigue llena. Algunos dicen que la gente venía a ver a Juan Pablo II y ahora vienen a escuchar a Benedicto XVI. Lo cierto es que el magisterio es riquísimo, con una pedagogía especial, porque todo el mundo lo entiende y, al mismo tiempo, con una gran profundidad. Es un magisterio que está fortaleciendo mucho a la Iglesia. Veo que el Espíritu Santo sigue actuando, y que la Iglesia es obra de Espíritu, no de una persona.
Francisco Javier Valiente
No hay Comentarios