En la película “Mi vida sin mí”, a una mujer joven le diagnostican cáncer y le dan dos meses de vida. Decide no decirlo a nadie y durante esos meses preparó “su vida sin ella”. Es una película triste pero con un final feliz porque cuando Ana muere, la vida que ella llevaba, sigue siendo feliz, gracias a ella, aunque sin ella. Fran, aún nos cuesta imaginar nuestra vida sin ti. Estoy seguro que si Dios hubiera querido avisarte con antelación de que aquel 27 de noviembre nos ibas a dejar, te hubieras preocupado también de atar los cabos para garantizar la felicidad de cuantos querías con locura. Sin embargo, creo que aunque no lo supieras, ya lo estás logrando. Tu recuerdo y tu bondad, sumados a los de tu querida Elena, nos están dando las herramientas para construir esa “vida sin ti”, para responder a ese proyecto que sabemos que Dios tiene reservado para nosotros. Proyecto de hacer feliz a las personas que se sigan cruzando en nuestro camino, como hacías con el oratorio, como hacías con tu grupo del Luz – Vida, como hacías con todos los que te conocíamos. Joaquín hace ya muchos años nos dejó en Córdoba, Dani hace cuatro nos dejó en La Orotava, ahora tú serás el representante del MJS de Las Palmas en el cielo. Mantén el listón bien alto y junto a ellos, en ese abrazo tan grande que os habréis dado, agradece a Dios de nuestra parte el habernos dado el privilegio de tenerte entre nosotros. Pepelu

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