Amaneció un día soleado como los corazones de todos los cooperadores de la inspectoría. ¿El motivo? Que nos juntábamos para participar de “nuestra fiesta inspectorial”. Pero sobre todo porque habría dos promesas.El paseo Primero de todo, un grupo de 15 personas realizó una visita cultural a la villa de Bilbao. ¡Menudo paseo! Los visitantes descubrieron esos rincones que toda ciudad ofrece al viajero y que necesitan de un guía para descubrirlos; recorriendo la historia de Bilbao desde el metro y el tranvía, hasta callejear por las angostas Siete Calles del Casco Viejo de la villa…Al regresar al punto de partida: la entrada de la iglesia de Deusto, ya estaban allí más cooperadores de la inspectoría.Las promesas Fue emocionante ver que estaban la mayoría de ellos: 90 en total. Y de la mano del inspector don Iñaki Lete comenzó la eucaristía que llevaría al momento culminante del día: las promesas como cooperadores salesianos de Itziar y Gorka. Promesa de ser buenos cristianos y honrados ciudadanos, promesa de enfocar la vida a los jóvenes, promesa de vivir la vida al estilo de don Bosco… Itziar expresa así sus sensaciones del momento: “Cuando vi a toda la Familia Salesiana unida y feliz, todos los agobios y preocupaciones que había sentido en los días anteriores desaparecieron. Y di gracias a Dios y sobre todo a don Bosco por haberme elegido para participar en su proyecto.”Sobremesa mágica Tras la comida comenzó la sobremesa salesiana. Empezó con los corrillos entre comensales. Continuó con los que siempre se arrancan a cantar desde bilbainadas hasta jotas navarras…Y la sorpresa: la fantasía y la ilusión en escena; juegos de magia entre cartas y marionetas, situaciones de risa general entre chistes variados y lo inesperado de las figuras fabricadas con globos. Desde el más ;i>txiki de la familia con los muñecos y globos hasta el casado más incrédulo en juegos de magia, todos, terminaron la fiesta llevándose un truco de magia en el bolsillo, el que había regalado Itziar y Gorka, que nos dice: “Cuando hice la promesa me sentí lleno de gozo y dicha, ya era Cooperador Salesiano.”De regreso Como se esperaba, había que volver a la normalidad, a nuestros lugares de procedencia. Pero quedamos emplazados para vivir la fe en donde nos encontremos, esperando al siguiente motivo que nos reúna como Familia Salesiana y con la alegría de saber que Gorka e Itziar han decidido seguir el camino trazado por don Bosco.
Enrique García Caballero
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