A través de esta sección, el Boletín Salesiano busca resaltar algunos temas importantes de la pastoral juvenil salesiana hoy. La colaboración entre la familia y la pastoral juvenil es uno de esos temas. No podemos olvidar la invitación que el Rector Mayor, don Ángel Fernández Artime, ha hecho a la familia salesiana para que acoja la doctrina de la exhortación postsinodal Amoris Laetitia, y, en consecuencia, proponga iniciativas que lleven a la práctica dicha doctrina.
Es cierto que para la pastoral juvenil los jóvenes son el objeto privilegiado de su acción, pero, también es cierto que la familia es el primer espacio donde los jóvenes crecen y maduran. Por eso, creemos que la familia y la pastoral juvenil no pueden ignorarse y tienen que buscar cauces de relación. La conversión pastoral que propone el papa Francisco también puede significar buscar espacios para caminar juntos familia y pastoral juvenil.
Fortalecer la educación de los hijos
En Amoris Laetitia no se habla específicamente de pastoral juvenil. Aunque en algunos momentos Francisco dirige su palabra a los jóvenes. En concreto, se dirige a los jóvenes novios, a los jóvenes esposos, a las parejas jóvenes que viven crisis matrimonial.
En algunos capítulos de la exhortación podemos ver temas de interés común para la familia y la pastoral juvenil. El capítulo sexto habla de anunciar el evangelio a la familia, guiar a los prometidos en el camino de preparación al matrimonio, acompañar los primeros pasos de la vida matrimonial, acompañar cuando la muerte clava su aguijón. No cabe duda de que nuestra pastoral debe pensar en todo esto.
La educación es el lugar de interés común entre la familia y los agentes de pastoral juvenil. El capítulo séptimo propone fortalecer la educación de los hijos. Habla de la formación ética, la educación sexual y la transmisión de la fe. Se propone que busquemos la manera para que la familia pueda comprometerse en la acción educativa y pastoral. Los agentes de pastoral podemos animar, ayudar y acompañar a los padres para que asuman su protagonismo educativo y pastoral.
Acoger, acompañar, integrar y discernir
Estas cuatro palabras enmarcan el pontificado de Francisco y pueden ayudarnos cuando buscamos puntos de encuentro entre la familia y la pastoral juvenil. En tan breve espacio no podemos abordar estas palabras con profundidad. Basten algunos brochazos.
Queremos una acogida amable, exenta de juicios, guiada por la ley de la gradualidad, misericordiosa e integradora de los más débiles. Del mismo modo hay que recordar que el acompañamiento y el discernimiento son los raíles por donde avanza la exhortación Amoris Laetitia. Francisco propone acompañar la fragilidad, acompañar el noviazgo, acompañar en los procesos de crecimiento. Por último está la palabra integrar. “Dos lógicas recorren toda la historia de la Iglesia: marginar y reintegrar… El camino de la Iglesia, desde el concilio de Jerusalén en adelante, es el de la misericordia y el de la integración” (AL 296).
Pie de foto: El papa Francisco saluda a las parejas casadas presentes en la Audiencia General del 30 de septiembre de 2015 en el Vaticano.
Koldo Gutiérrez
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