¿Puedes hacernos una breve descripción de “estado de la Inspectoría”?Sabes que hemos tenido Capítulo InspectoriaI donde el inspector presenta un informe sobre el “estado de la Inspectoría”. Te remito al que nos presentaba Iñaki, donde analiza la vida de la Inspectoría durante el trienio, presentando fortalezas, debilidades y retos. Yo añado otro dato, me parece importante. Nuestra Inspectoría es tierra de personas emprendedoras y santos, de familias generosas que han dado sus hijos a la Iglesia, a la Congregación salesiana y otras instituciones religiosas, instituciones civiles y antiguos alumnos han reconocido la extraordinaria labor social realizada educando a tantas generaciones de jóvenes. La situación ha cambiado, pero el terreno en que nos movemos está sembrado. Hoy, tenemos diecisiete obras animadas por 189 salesianos, miembros de la Familia Salesiana y un buen grupo de seglares entusiasmados por la misión de Don Bosco. ¿Qué retos plantea?Nuestro principal reto, como Salesianos del siglo XXI, es: ser fieles a la misión de Don Bosco entre los jóvenes más necesitados. Ser como él, como lo han sido tantos hermanos, que han entregado su vida sembrando en el corazón de nuestros chavales el mensaje del Evangelio, hoy más necesario que nunca, llenando de sentido y felicidad su vida. No es tarea fácil ¿lo ha sido alguna vez?; nuestro reto ahora es ser fieles a Dios, que mira con especial cariño a los que son nuestros destinatarios, realizando la misión que nos ha confiado. ¿Cuál va a ser la estrategia de trabajo para afrontarlos?El Rector Mayor en la carta convocatoria del Capítulo General nos pone como gran objetivo el de reanimar el corazón de cada salesiano según el corazón de Don Bosco padre, maestro, educador, santo de los jóvenes. Proyecto inspirado en Jesús del Evangelio, modelo para Don Bosco, y que refleja su pasión apostólica por la vida presente y futura de cada joven. Por eso advierte del riesgo de aburguesamiento, pérdida de identidad…y nos anima a despertar la pasión por Dios y los jóvenes reforzando nuestra vida espiritual; estudiando a Don Bosco, su espiritualidad y pedagogía, y viviendo con radicalidad el seguimiento de Jesucristo. ¿Cómo ves la trayectoria de la Familia Salesiana?La Familia Salesiana es una realidad esperanzadora, sobre todo porque le están echando ganas y se les ve enormemente identificados e ilusionados con su vocación de seglares comprometidos en la misión de Don Bosco. Y algo muy importante es lo que su presencia está suponiendo para nosotros Salesianos, como animadores, trabajando corresponsablemente con ellos en la misión que compartimos. ¿Cuál debe ser el trabajo de pastoral más urgente?Lo que nosotros sentimos como más urgente, estaría recogido en la respuesta a la pregunta ¿qué haría Don Bosco si estuviese hoy como joven sacerdote en Errenteria, Logroño, Bilbao, Santander, Barakaldo, Pamplona, Burgos, Urnieta, Azkoitia, Donosti-San Sebastián…? Como hizo él, nuestra propuesta pastoral es un proyecto de vida que se fundamenta en una profunda espiritualidad, en la experiencia de vida de comunidad y en el compromiso que nace de la vivencia personalizada de Jesucristo y su Evangelio. Es urgente que en todas nuestras obras se lleven con preparación y rigor estos procesos, y que los animadores sean personas evangelizadoras identificados con la misión de Don Bosco. ¿Cuál es el mejor lugar para conocer a los jóvenes de hoy? Hablando de lugares…los Salesianos trabajamos en colegios, parroquias, centros juveniles, oratorios, centros sociales donde se hace una labor educativa extraordinaria y compartiendo misión con un equipazo de seglares y en coordinación con familias e instituciones; pero el lugar por excelencia de nuestro trabajo, y que es todo un arte contactar y entrar en él, es el corazón mismo del chaval…como lo hizo Don Bosco. ¿Qué te viene a la cabeza cuando piensas en cada uno de salesianos de la Inspectoría?Te cuento un pequeño secreto. El día de 31 de enero fui uno de los privilegiados que estuvieron en Valdocco celebrando la fiesta de Don Bosco. Fue una experiencia inolvidable poder estar allí; y eché mano del “elenquillo”, fui repasando todas las comunidades, leyendo y viendo el rostro de cada hermano. Sentí una emoción especial por ser salesiano, por Don Bosco, padre y por la labor social, profesional y religiosa que se ha hecho, y se sigue haciendo, a lo largo de los años en ciento treinta y nueve países. Somos un equipazo, tenemos que seguir así, los jóvenes necesitan a los salesianos. ¿Qué razones le darías a un joven de hoy para que opte por la vida salesiana? Si estas palabras las lee algún chaval, le digo con toda sinceridad…Hola, amigo, si sientes en tu corazón como una llamada a ser alguien diferente en la vida, preocupado por la situación de los más débiles, queriendo el bien del prójimo … piénsatelo y sé generoso; es Dios que te llama y te quiere consagrado para una bella misión…como lo hizo con Madre Teresa de Calcuta, Don Bosco, Francisco Javier, Ignacio de Loyola y tantos hombres y mujeres… No tengas miedo, ni te preocupes de lo que vas a recibir a cambio, Él nos gana en generosidad y estará siempre a tu lado. Si te sirve, te diré que a muchos nos va bien; es mi experiencia, yo soy feliz y creo que he acertado plenamente respondiendo a Dios. Ven, amigo, y lo verás. ¿Cuál es el sentimiento que te acompaña en el día a día? De total abandono y confianza al sentirme en las manos de Dios que me llamó para ser salesiano de Don Bosco. De mis maestros aprendí a vivir en sintonía, con Dios, oración, y con nuestra buena Madre Auxiliadora… porque hay momentos de dificultad, de duda y descubres que es una gran verdad, ratificada en el día a día, aquello que el evangelista Lucas pone en labios del ángel Gabriel… “no tengas miedo, María, para Dios no hay nada imposible”.
Marian Serrano
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