Consejera General para la Formación de las Hijas de María Auxiliadora
María Nieves Reboso, Hija de María Auxiliadora, fue elegida Consejera para la Formación el 26 de octubre de 2014, durante el Capítulo General XXIII en el que participaba como Inspectora de la Inspectoría María Auxiliadora de Sevilla. Es canaria, alumna del Hogar Escuela de Tenerife. Allí, en el colegio y el oratorio nació y creció su vocación salesiana.
Pregunta.- Como Hija de María Auxiliadora, ¿cuál es el aspecto más destacable de tu vocación?
Respuesta.- La confianza. La confianza en la persona y en su posibilidad de crecer vocacionalmente porque Dios trabaja en ella. La confianza en que es Él y solo Él quien trabaja el corazón de cada persona. Por lo que considero que el escuchar, acompañar para descubrir y hacer crecer esa maravillosa obra de arte que Él está haciendo y el sostenernos en el camino para hacerlo realidad ¡es una gran misión! Es una expresión de mi modo de vivir mi vocación, del modo de colaborar con Dios.
P.- ¿Cómo recibiste el nombramiento?
R.- Hasta el momento de decir sí, con mucha lucha. A partir de ese momento con una gran paz. De Madre Mazzarello había aprendido a decir sí a la propuesta de Dios ante cualquier situación, incluso ante las que sentía que se me pedía más de lo que yo creía que podía dar. Fue y es cada día una oportunidad de hacer realidad el abandono confiado en Dios poniendo en Él la confianza y aceptando con alegría colaborar en la animación de su proyecto de amor con los jóvenes. Es cuestión de entregar la vida que se nos ha dado, día a día con mucho amor.
P.- ¿Qué dimensiones de la vida consagrada tienes más en el corazón como Consejera para el Ámbito de la Formación FMA?
R.- El animar a que cada FMA nos propongamos decididamente dar pasos en la creación de una cultura de “formación continua” en la Comunidad, que dé las claves para descubrir el valor formativo que tiene cada acontecimiento de la vida; porque todo nos forma, cada acontecimiento que vivimos, cada encuentro nos forma a condición de que estemos dispuestas a querer captar su valor formativo… Si no lo captamos entra entonces en el corazón y en la mente una sensación de desconfianza respecto a la vida, respecto a las personas y respecto a Dios. Y si esto ocurre es lo peor que puede pasar a un religioso o a una religiosa, porque entra la amargura y desaparece lo que es fundamental y lo que contagia: la Alegría de la vida que se hace donación total y completa.
P.- ¿Y qué nos dices de las vocaciones? ¿Hay jóvenes que respondan?
R.- En este mes de julio 2015, en Castelgandolfo, los Consejos generales nos encontramos y dialogamos sobre los aspectos convergentes en la animación vocacional de SDB y FMA. El resultado de la reflexión, tanto el Rector Mayor como la Madre, la han enviado a las Inspectorías para que a su vez llegue a las comunidades locales. Es un modo de expresar por una parte la inquietud ante esta realidad, pues “la mies es abundantísima y los obreros muy pocos” y, por otra, la esperanza que nace cuando la reflexión es conjunta como Familia Salesiana, porque así nos quiso Don Bosco. Hablando en concreto de la respuesta vocacional para la vida religiosa, sí se constata una mayor fecundidad donde la colaboración SDB y FMA es estrecha y se apuesta decididamente por poner condiciones, empezando por el testimonio de la persona adulta, que hacen que un clima sea verdaderamente vocacional.
¡Realmente es una tarea apasionante cuando en una Comunidad educativa todos sus miembros se comprometen a redescubrir la alegría de su consagración bautismal y se hacen reflejo con los jóvenes y para ellos de los diferentes modos de vivir la vocación cristiana!
Este año han profesado en el Instituto 137 novicias y 107 hermanas han hecho la profesión perpetua. Un buen grupo lleno de vida y de pasión por Dios y los jóvenes. Cada día en el momento mariano le pedimos a María que abra el corazón de los jóvenes a la llamada del Señor.
P.- Finalmente, ¿qué mensaje te gustaría dejar a los lectores del Boletín Salesiano?
R.- Entiendo que la inmensa mayoría de los lectores son miembros activos de los distintos grupos de la Familia Salesiana. El mensaje es una invitación: la de leer juntos, en cada Comunidad educativa, la Carta escrita por el Papa con motivo del Año de la Vida Consagrada. Dirigida no solo a los religiosos, sino también a los laicos. Es un Año que no solo afecta a la vida consagrada, sino a toda la Iglesia. El Papa nos pide afrontar este Año una revisión seria sobre nuestra presencia en la vida de la Iglesia y nuestra manera de responder a los continuos y nuevos interrogantes que se suscitan en nuestro alrededor, al grito de los pobres. Sólo con esta atención a las necesidades del mundo y con la docilidad al Espíritu, este Año de la Vida Consagrada se transformará en un auténtico kairòs, un tiempo de Dios lleno de gracia y de transformación. ¡Está en nuestras manos hacerlo!
“Este año han profesado en el Instituto 137 novicias y 107 hermanas han hecho la profesión perpetua. Un buen grupo lleno de vida y de pasión por Dios y los jóvenes”.
María Dolores Ruiz FMA
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