Paco Salazar es un “gran” seglar, sólido, fuerte, sencillo, amigable, preparado, comprometido… ¡salesiano!P.- Paco, háblanos de ti y de tu pertenencia a la Familia Salesiana.R.- Siempre he estado ligado al mundo de la cultura, de la edición (diseño, edición, dirección editorial…) y de la industria gráfica. Mi vocación me lleva a intentar mejorar la calidad técnica de la “buena prensa”. Suena a don Bosco ¿no? Mi amor a él y a su obra llegaron de la mano de salesianos y salesianas. Estudié en el “CES Don Bosco” (Madrid). Llevo catorce años con la Confederación Nacional de Antiguos Alumnos y me siento muy salesiano. P.- ¿Quiénes son antiguos alumnos?R.- Evidentemente los que han estudiado en colegios salesianos, más los que han participado en oratorios, centros juveniles, y otros ambientes salesianos. Don Viganó ya lo dijo siendo Rector Mayor y en nuestros estatutos se incluye, que los “amigos de Don Bosco” tienen un lugar preferente en nuestra Asociación: padres de alumnos, personas que participan en parroquias de los salesianos, gente que simplemente se identifica con Don Bosco en su preocupación pastoral por los jóvenes… P.- Entiendo que hay una inmensa masa de antiguos alumnos y una Asociación de Antiguos Alumnos, ¿correcto?R.- Correcto. Los signos más externos de pertenencia de la Asociación son: el carnet, la insignia y la bandera. Y lo más importante, la educación recibida, el interés por continuar la formación a lo largo de nuestra vida, la gratitud, la solidaridad con los demás asociados y con las obras salesianas. Nos sentimos miembros de la Familia Salesiana, reconocemos al Rector Mayor, sucesor de don Bosco, como padre y centro de unidad de la Familia Salesiana y referencia primaria de la Asociación. Somos unos diez mil los miembros de la Asociación. Habitualmente nuestras sedes se establecen dentro de las obras salesianas y consideramos prioritaria la colaboración con las obras de la Congregación. P.- ¿Y los antiguos alumnos que no están en la Asociación?R.- La mayor parte no pertenecen a la Asociación pero sienten viva su pertenencia a la gran familia de don Bosco y de María Auxiliadora. Suelen llevar sus estampas en la cartera y sus vivencias en el corazón. En los ambientes cristianos normalmente comparten la fe. En los ambientes no cristianos -en muchos lugares del mundo y cada vez más en España- suelen compartir bastantes elementos del carisma de don Bosco y la simpatía por su obra. Sólo en España podríamos ser más de un millón, (si se cuentan los alumnos que salen cada año de los más de setenta colegios, de los oratorios, centros juveniles… y se multiplican por los treinta o cuarenta años). Resulta un número impresionante. Y si sumáramos los antiguos alumnos de las salesianas… Por cierto que, desde la Confederación Mundial, se lleva trabajando mucho tiempo en la coordinación de ambos movimientos y en nuestro reciente Consejo Nacional hemos invitado a sus representantes, con el deseo de profundizar en esa coordinación y cooperación.P.- ¿Cuáles son las actividades más corrientes de las asociaciones locales?R.- Cada asociación tiene total autonomía para desarrollar sus fines. Desde las actividades lúdicas (deportes, teatro, música, cine-club, etc.) hasta el desarrollo de la formación permanente. Muchas han creado “cofradías”, actividades de voluntariado y apoyo a los jóvenes de nuestro ambiente social. El abanico es tan grande como las necesidades.P.- ¿Qué relación tiene la Asociación como tal con lo social y lo político?R.- La política lo impregna todo. Y lo social va implícito en la espiritualidad salesiana. Las asociaciones no tienen color político, ni deben tenerlo, pero los asociados, que como dijo don Bosco deben ser “honrados ciudadanos y buenos cristianos”, sí que deben aportar a la sociedad su visión “salesiana” de lo social y de lo político. Una preocupación mía como presidente es la formación permanente de las Asociaciones para contribuir a la sociedad que deseamos. P.- ¿Cómo valoras el grado de relevancia social de la Asociación actualmente?R.- Muy grande: por la calidad individual de sus asociados, por su significado en el ambiente en que actúa, y porque los antiguos alumnos son conscientes de su obligación de testimoniar. En mis visitas, he sido recibido y atendido muy cordialmente por autoridades de todos los colores políticos y de todas las sensibilidades sociales. Y la sociedad valora el buen hacer de nuestras asociaciones. Los medios de comunicación acogen con interés el eco de nuestras actividades. P.- ¿Cómo funciona la comunicación social al interior de la Asociación y cara al exterior?R.- Habitualmente cada asociación tiene su “Boletín”, algunos espléndidamente editados. Hoy muchas cuentan ya con página web y además la Confederación Nacional edita la revista Don Bosco en España, “vínculo de información, formación, unidad y pertenencia”. La Confederación cuenta también con una página web que tiene “link” con las demás asociaciones de España y con la Confederación Mundial. De todas las maneras, debemos mejorar y ampliar las redes de comunicación.P.- ¿Qué sentimientos tienes más a flor de piel?R.- Me emociona encontrar antiguos alumnos que me cuentan su amor a María Auxiliadora, a Don Bosco y el recuerdo que sienten por todos aquellos magníficos salesianos que han tenido la suerte de conocer. Las lágrimas afloran a sus ojos, lágrimas de felicidad y de gratitud. En general, los antiguos alumnos queremos y apostamos por Don Bosco y por María Auxiliadora, que nos han hecho como somos, que han hecho todo en aquellos niños de ayer y en estos hombres de hoy.P.- ¿Qué hacer para formar parte de la Asociación?R.- Muy sencillo: acercarse a la asociación local, expresar el deseo de asociarse, conocer los estatutos y aceptarlos. Y lógicamente, contribuir con una módica cuota a los gastos de la Asociación.Paco, conocemos más tu alma, tus opciones, tu espíritu salesiano. Nos has dado una rica información. Y hemos recibido nuevos motivos para valorar la formación recibida y para asociarse. Cuantos más y mejor seamos, habrá más calor y mayor presencia salesiana en el mundo y mayor capacidad transformadora. Muchas gracias.
Alfonso Francia
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