P.- Hace sólo dos años, el Rector Mayor te nombró inspector de la nueva inspectoría de “María Auxiliadora”. ¿Cómo viviste esa nueva misión?R.- Con mucha ilusión y fuerte sentido de la responsabilidad. Amo mucho a mi inspectoría y a ella he dedicado mis mejores esfuerzos y toda mi entrega como salesiano. Por tanto, abrir una nueva etapa y buscar caminos por los que seguir respondiendo a los desafíos de los jóvenes de Andalucía, Canarias y Extremadura era todo un reto que asumí con cariño, humildad y disponibilidad.P.- ¿Qué destacarías de esos dos años de inspector?R.- Por encima de todo, el gran patrimonio que son los hermanos de la inspectoría y el hermoso tesoro del carisma salesiano que ha arraigado con tanta fuerza en el sur de España. Además, me he confirmado en la convicción de que nuestras casas están llenas de vida, llevan adelante un proyecto ilusionante y convocan a un gran número de personas.P.- ¿Seguirán uniéndose otras inspectorías de España? ¿Ha valido la pena la unión de Sevilla y Córdoba?R.- El Capítulo no ha abordado explícitamente la cuestión de España. Sí se nos han ofrecido orientaciones para seguir impulsando con decisión el carisma salesiano en Europa. Una estrategia puede ser unir las fuerzas en las diferentes inspectorías de una zona. En España, el camino está abierto y habremos de realizarlo en los próximos años conforme a las orientaciones del Rector Mayor. La unión de Córdoba y Sevilla es ya un hecho. Llevamos, en realidad, tres años de camino aunque el primero fue de transición y preparación. Yo creo firmemente que es un momento oportuno para tomar impulso, para renovar la vida de nuestras comunidades y obras. Se ha hecho mucho y bueno.P.- ¿Qué imagen tienes de las obras salesianas en España?R.- Las que tenemos son apasionantes. Nuestra vocación es claramente educativo-evangelizadora y nuestras obras responden a la urgencia y a la necesidad de lo educativo en la realidad social que nos toca vivir. Nuestra presencia en la escuela es hoy muy significativa; las alternativas educativas al tiempo libre de los jóvenes son una intuición fantástica que hemos de seguir desarrollando con creatividad, las fronteras abiertas en el campo de la atención a los más desfavorecidos desde las Plataformas Sociales son hoy una feliz realidad, nuestra tarea evangelizadora a través de las parroquias que tenemos confiadas es también un signo de compromiso concreto con las iglesias locales. A mi me parece que hemos de seguir adelante con renovado entusiasmo y con la flexibilidad necesaria como para que nuestras obras actuales puedan seguir siendo nuevos “Valdocco” para los jóvenes de hoy, especialmente los más abandonados y excluidos. El Rector Mayor habla de “nuevas presencias” y de “presencias nuevas”; justo por este razonable equilibrio pasa el inmediato futuro de nuestras presencias salesianas en España. Y seguimos apostando por un renovado empeño por una pastoral juvenil marcadamente vocacional que genere experiencias propositivas y de procesos de acompañamiento.P.- ¿Qué ha supuesto para ti la elección, en la Asamblea Capitular, como Consejero Regional para Europa Oeste?R.- En primer lugar, una sorpresa. Algo inesperado. Dios nos sorprende en cada recodo de la vida y así ha sido para mí en este Capítulo. Tras la propuesta, acepté con humildad y sentido de la obediencia. Sin duda, más allá de los sentimientos encontrados que he experimentado, quiero destacar el profundo agradecimiento por la confianza de la asamblea capitular. No abandono la inspectoría “María Auxiliadora”, se me invita a ensanchar el corazón para que en él quepan muchos más hermanos y muchos más jóvenes. Deseo seguir sirviendo con todas mis fuerzas a mis hermanos salesianos, a la Familia Salesiana y a los jóvenes de España, Portugal, Francia y Bélgica. Por otro lado, agradezco profundamente a Dios la posibilidad de poder acompañar la animación y el gobierno de la Congregación junto al Rector Mayor en estos próximos años. Un regalo inmerecido que jamás hubiera imaginado, pero que acojo con alegría.P.- Ahora que eres “más europeo”, ¿cuáles son a tu juicio los retos de la sociedad europea y española a la Familia Salesiana?R.- En un contexto fuertemente secularizado, la primera urgencia debe ser la evangelización con todo lo que ello conlleva: dar vida y vida en abundancia en nombre del Señor Jesús, especialmente a los jóvenes más pobres. En este sentido, hemos de seguir avivando en cada salesiano el impulso apostólico de Don Bosco para lograr ser un signo creíble de autenticidad evangélica en la sociedad plural e intercultural en la que vivimos. Hemos de seguir trabajando para decir una palabra creativa en la escuela, en los centros juveniles, en las parroquias, en los proyectos para jóvenes en situación de riesgo de forma que éstos sean ambientes educativo-pastorales incisivos que acojan, interpelen y transformen la realidad.P.- ¿Qué puede esperar la España salesiana de este Capítulo?R.- Espero que un impulso carismático que ayude a cada salesiano y a nuestras comunidades a seguir renovando la vida y las obras salesianas. El espíritu salesiano está fuertemente arraigado en nuestro territorio y la misión salesiana se explicita en un sinfín de presencias muy vivas, con comunidades educativo-pastorales consistentes y proyectos apasionantes. Hemos de seguir caminando por la senda de la autenticidad personal y comunitaria; crear ambientes pastorales netamente evangelizadores; preocupación efectiva por los últimos e impulso de proyectos que atiendan las nuevas y antiguas pobrezas de los jóvenes; cuidar -en fin- una pastoral juvenil marcadamente vocacional que genere experiencias propositivas y de procesos de acompañamiento.P.-¿Quieres aprovechar para dar algún mensaje a la Familia Salesiana?R.- ¡Es mi familia! La quiero y la valoro como una gran riqueza. Pienso en cada una de las ramas del gran árbol de Don Bosco y en tantos amigos de nuestras obras. Deseo que seamos lo que Don Bosco siempre quiso de nosotros: un vasto movimiento de personas al servicio de los jóvenes más pobres. Así nos pensó y así hemos de ser. En España la Familia Salesiana es una realidad muy viva que ha de seguir aunando esfuerzos para responder, juntos, a los retos de los jóvenes en proyectos compartidos, audaces y significativos.P.-Ahora vas a conocer -y te van a rodear- muchos más jóvenes europeos. ¿Quieres decirles algo?R.- Sí, de corazón. Queridos jóvenes: por vosotros trabajo, sueño, espero… Por vosotros, con Don Bosco y en nombre de Jesús, estoy dispuesto a seguir entregando la vida hasta el final. Ahora, con el corazón ensanchado, todos los jóvenes de España, Portugal, Francia y Bélgica, sois también mi patria. Compartiremos sueños y compromisos. Nos veremos en cualquier parte. Un abrazo.De nuevo, gracias, Pepe, por venir a tu casa del Boletín, con esta tu primera entrevista. Seguro que te veremos muchas veces. Y gracias por el rico contenido de tu pensar, tu sentir y tu soñar nuevos horizontes. Tu pasión salesiana, tu total entrega y tus capacidades son el mejor aval para una misión tan alta y tan universal. Dios te acompaña y, seguro, también la gran Familia Salesiana.
Alfonso Francia
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