Pregunta.- Francisco, ¿qué nos dices de tu vida?lt;Respuesta.- Nací en el Distrito de Conchucos, provincia Pallasca (Departamento de Ancash), Perú. Me defino como persona emprendedora. Me esfuerzo por construir la mejor empresa, la más difícil obra de ingeniería: ser buena persona, buen ciudadano, cristiano y profesional. Naturalmente he vivido momentos difíciles pero con la ayuda de Dios y de familiares y amigos logré superarlos.P.- ¿Por qué estás sin brazos?R.- Caprichos de la naturaleza. Nadie me consultó, nadie me los quitó… ¡y ya ves! No tengo a quién reclamar. Según la conclusión de médicos competentes, un rayo que cayó cerca de mi madre en la fase de gestación. ¿Raro, verdad?P.- Se suele considerar a los discapacitados como gran problema personal, familiar y social. ¿Tú qué dices?R.- No me extraña que muchos lo vean así. Pero yo, en mi niñez, adolescencia y adultez, he vivido y me he sentido como una persona normal. No he tenido complicaciones notorias ni problemas serios de adaptación. Me he preocupado más del corazón que de los brazos. A veces los problemas mayores nos los crean los demás.P.- ¿Quieres ampliar más datos sobre ti que puedan interesar a los lectores?R.- Bueno, algunos se extrañan que hiciera ciencias de la comunicación, electrónica, diseño de construcción, etc. De niño, grabé un disco. Fui a Estados Unidos (1984) para participar en las Olimpiadas Mundiales de personas con habilidades en los pies logrando el primer premio. Un año más tarde participé en las olimpiadas latinoamericanas de Argentina y logré también el primer puesto.P.- ¿Y cómo te las ingenias en la vida de cada día, que no es una olimpiada…?R.- Me desenvuelvo de una manera normal, casi sin dificultades. Me gustaría demostrarlo para probar que con fe y constancia se puede lograr casi todo en la vida. ¿No conoces pintores famosos que pintan con los pies, y guitarristas, deportistas, etc.? Y sin brazos ¿no podré también participar en la olimpiada de la santidad salesiana, jajaja?P.- Háblanos de eso, ¿por qué salesiano cooperador en tu vida?R.- Vivo mi ser de salesiano cooperador como una vocación, una vida consagrada a la salvación de los niños y jóvenes más necesitados. Aporto algunos valores, a través de la formación humana, cristiana y salesiana, a los actuales y futuros cooperadores. Y la vivencia de la vocación me hace crecer en formación personal, humana, espiritual y pedagógica, para una mejor inserción en la Iglesia y en la sociedad.P.- De tus proyectos, ¿qué puedes hacer y no has hecho?R.- Tengo muchos proyectos por realizar, uno de los más importantes es construir un colegio para favorecer la educación y desarrollo humano-cristiano de los niños y jóvenes más necesitados.P.- ¿Es verdad que montaste una empresa…?R.- Es verdad y, gracias a Dios, sigue en camino, aunque con dificultades.P.- A veces te oigo hablar en voz baja de un secuestro-exprés en Lima…R.- Sí, pero logré escapar con la ayuda de la Auxiliadora y sé que me protegerá siempre. De todas las maneras, sentir una pistola en la sien, con alguien que juega con una sola bala a la ruleta rusa… ¡Algo impresiona! Y claro, me cuido, pues sin duda me buscan para liquidarme pues vi su rostro.P.- ¿Qué esperas de los salesianos cooperadores peruanos?R.- Como hermanos, espero más unidad; involucrarnos en mayores compromisos, e intercambiar con Cooperadores de Latinoamérica y del mundo.P.- Dinos algo del mundo de los discapacitadosR.- Es un grupo que necesita mucho apoyo. Se le debe entender, aceptar y tratar como hermanos, de manera especial aquí en Latinoamérica. En la actualidad, en algunos países, ya no existen marginaciones o miradas de compasión al discapacitado, pero en Latinoamérica todavía no se han creado leyes para ayudar a estas personas en su desarrollo como ciudadanos con derechos y deberes normales.P.- ¿Y tienes algún mensaje para ellos?R.- Sí, que lo importante en la vida es tener metas y seguir adelante hasta conseguirlas. Las dificultades son parte de la vida de todos y entrenan para mayores dificultades, que posiblemente vengan, y también para metas más altas de humanidad.P.- Seguro que los lectores del Boletín Salesiano español están encantados de conocerte. ¿Qué les dices?R.- Que sean felices y creen felicidad. Les animo sobre todo a que promuevan lugares, instituciones educativas, que ayuden a mejorar la vida y crecimiento de nuestros hermanos discapacitados. España colabora en muchos proyectos solidarios… Yo les doy gracias por lo que ustedes hacen ¡Y harán!Francisco, aunque no tienes brazos para remar, sí tienes espíritu y «gasolina» para volar. Y un gran corazón como motor. Gracias, por «abrazarte» tan fuerte a la vida y a tu vocación salesiana.
Alfonso Francia
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