Como salesiano, ¿qué impresión te ha producido la encuesta? La primera impresión es de agradecimiento a la Fundación Santa María y a los buenos profesionales que, desde hace años, nos prestan tan buen servicio a cuantos trabajamos en la educación y evangelización de los jóvenes. Después, un reconocer en los resultados de la encuesta a los jóvenes que frecuentan nuestros colegios, centros juveniles, obras sociales… y con los que nos esforzamos en llevar a cabo el anuncio del Evangelio y su promoción integral. ¿Te esperabas estos resultados? ¿Por qué? Considero que la encuesta es un retrato global y fiel de los jóvenes españoles de hoy. No se ven grandes novedades respecto a encuestas anteriores, pero sí confirmaciones de tendencias. ¿Qué resultados te han llamado más la atención? ¿Por qué? Me llaman la atención muchos, pero destacaría algunos que interpelan nuestro ser educadores y pastores: el gran aprecio a la familia, la necesidad de verdadera amistad y relación interpersonal, la valoración del tiempo libre, la desafección institucional… ¿Qué te parece el retrato que la encuesta hace de la juventud española? ¿Cuáles son sus aspectos más positivos? Un buen retrato de cuanto los jóvenes piensan, desean y hasta qué punto se ven o no capaces de lograr dar un sentido a sus vidas y alcanzar sus metas. Además de la Iglesia Católica, ¿hay más desafecciones de los jóvenes que llamen la atención? Los jóvenes españoles actuales entre 15 y 24 años se va perfilando como una generación laxista, permisiva y pasivamente tolerante con todo tipo de comportamientos, lo que les lleva, muchas veces, a una cierta desconfianza y alejamiento de la Iglesia. Para muchos jóvenes “de nada sirve creer en cosas que no te resuelven problemas concretos”. Desconfían en general de las instituciones que no ven que les resuelvan “sus” problemas concretos. ¿Qué te parecen las razones que los jóvenes mismos dan sobre su desafección eclesial? Desde tu experiencia y tanto de dentro como de fuera de la Iglesia ¿crees que hay alguna razón más de peso? La percepción de la Iglesia que tienen los jóvenes tiende a ser reductiva, muy influenciada por los MCS. No descubren la Iglesia en los colegios, centros juveniles, parroquias, voluntariado, movimientos, grupos… que sin duda sí lo son. Es necesario hacer ver la amplitud del ser y actuar de toda la Iglesia, más allá de tantos tópicos, heredados y nuevos, que tienden a minimizar o silenciar su presencia en medio de la sociedad y al servicio de los últimos. Hemos de hacer visible y ampliar el horizonte de la realización concreta a un sentido más universal de la Iglesia. Desde el punto de vista educativo, ¿crees que la encuesta manifiesta resultados preocupantes? ¿Cuáles? Destacaría tres resultados que me resultan preocupantes respecto a encuestas anteriores: se ve un aumento generalizado de la violencia, el laxismo o permisivismo moral, y que la mayoría de los jóvenes ya no se declaran católicos. Como delegado nacional Salesiano de PJ y director del CNSPJ, ¿qué retos consideras que plantea la encuesta a la Pastoral Juvenil Salesiana? La Familia Salesiana tiene como primeros y principales destinatarios de su misión a los jóvenes, especialmente a los más pobres. A través de un amplio abanico de presencias, como educadores, colaboramos con los jóvenes a desarrollar todos sus talentos hasta su madurez. Ese es nuestro reto permanente, más acentuado si cabe con estos jóvenes de hoy, me parece la educación de la fe, caminar con los jóvenes en el seguimiento de Cristo hoy y trabajar para hacer realidad su Reino entre los jóvenes más pobres. A raíz de la encuesta, ¿hay pensada alguna actividad –ordinaria o extraordinaria- relacionada con ella? El Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil ha dedicados unas jornadas al estudio de la encuesta y sus reflexiones aparecerán en nuestra revista Misión Joven. Los datos de la encuesta están en el trasfondo de tantas reflexiones ordinarias y, sobre todo, nos estimulan a buscar propuestas concretas para la Vida de los jóvenes de hoy, que son con los que tenemos que caminar y educar. ¿Y qué le quieres decir a los lectores del Boletín Salesiano con la encuesta de fondo? Somos portadores de un carisma educativo-pastoral que se basa en el Evangelio y que ha surgido para mostrarles cómo ser felices y santos, cristianos en plenitud. La Vida de los jóvenes es nuestra pasión. Los aceptamos como son y buscamos los resortes que puedan hacerlos “buenos cristianos y honrados ciudadanos” (don Bosco). Creemos en Jesús, creemos en los jóvenes, creemos en la educación salesiana… y que los tres pueden muy bien ir unidos. En ello estamos.
Pablo Marín
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