P.- Pepe, he pedido y tengo tu amplio currículo, pero seguro que nuestros centenares de miles de lectores lo quieren saber de ti directamente.R.- Pues nada, vamos a ello. Nací en Los Barrios (Cádiz) en 1949. Estudié en los salesianos de Ronda. Soy sacerdote, Licenciado en Historia de la Iglesia (Universidad Gregoriana de Roma), en Historia Contemporánea (Universidad de Granada), y diplomado en Biblioteconomía por la Ciudad del Vaticano.R.- Yo te conocí siendo los dos más jóvenes en tu labor con drogadictos en el Campo de Gibraltar…R.- Sí, siempre me he sentido vinculado a tareas de asistencia y apoyo ante problemas de drogodependencias y de lucha contra la marginación y la pobreza. Y en consecuencia me he visto implicado en la creación y organización de numerosas asociaciones y colectivos de lucha contra la droga. P.- Esta opción que nace sin duda del evangelio y de la influencia de Don Bosco, ha tenido el reconocimiento no solo de los necesitados que aparecían en tu órbita sino también de las instancias sociales más altas…R.- El reconocimiento de los necesitados es lo que más me reconforta. Pero intuyo que quieres llevarme a que hable de la Medalla de Andalucía que me otorgaron por estas tareas. Sí, fue en 1994. Ya ves…¡el siglo pasado!P.- Y ahora eres nada menos que Defensor del Pueblo Andaluz ¡cualquier cosa!R.- No lo considero título honorífico ni reconocimiento, sino como una oportunidad de mayor servicio. El Pleno del Parlamento Andaluz me eligió en 1996 . Y me han reelegido por dos veces. Aseguro que no seré eterno. Sí me satisface decir que en el 2002 la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla me nombró Doctor Honoris Causa. Y es que pienso que la “cultura” es la mejor defensa de un pueblo.P.- ¿Cómo recuerdas a tu mundillo salesiano de alumno en Ronda?R.- Tengo un magnífico recuerdo de mis años en Ronda y muchas amistades que me emociona conservar y recordar.P.- ¿Qué crees que te aportó Don Bosco y los salesianos?R.- Creo que aprender a descubrir en el trabajo una oportunidad para el compromiso pero también para la satisfacción.P.-¿Qué aspectos te duelen más de los desencuentros de la iglesia y la sociedad, que todos sabemos y muchos lamentamos?R.- Todos, porque no he podido nunca comprender una labor de Iglesia sin la hospitalidad del conjunto de la sociedadP.- ¿Qué te duele más de las posturas de la iglesia ad intra y ad extra?R.- Me preocupa una premeditada coincidencia de mensajes entre algunos sectores jerárquicos y determinadas organizaciones políticas que no son tan espontáneos como algunos dicen. Y conste que no me gustan las ataduras ni para la ayuda que te arrastre a la dependencia, ni una confrontación artificial que te haga perder tu posición libre y crítica.P.- ¿Qué puede aportar hoy la Familia Salesiana a la juventud actual?Muchos años de experiencia, de compromiso y sobre todo el impulso necesario para hacer partícipes a los chavales de forjar su futuro.P.- El hecho de ser persona de iglesia ¿te condiciona algo, positiva o negativamente?R.- Desde luego ese elemento esencial en mi vida está ahí pero si tengo que pronunciarme lo percibo como un elemento de enriquecimiento más que algo limitador o restrictivo.P.- ¿Cuáles son las tareas, las satisfacciones y los problemas más importantes del Defensor del Pueblo?R.- Esa pregunta es fácil. Los problemas del Defensor son los de la gente. Pero la tarea es más compleja y no digamos las posibles satisfacciones. Me quedo con todo lo que me aporta el contacto directo y honesto con las personas que acuden a la Institución. P.- ¿De qué estás más contento?R.- Me basta un “gracias” como sólo lo sabe dar la gente que te mira a los ojos.P.- De no ser Defensor ¿qué cosa querrías ser o hacer?R.- Seguir trabajando a favor de la gente. A veces pienso que no he dejado de hacer lo mismo aunque desde distintas posiciones. Hoy toca de Defensor, mañana no sé; lo que venga.P.- ¿Hacia qué movimientos, asociaciones, ongs…intentarías orientar a los jóvenes para dar mejores respuestas sociales? R.- Cualquiera que les haga crecer como hombres y mujeres de bien, conscientes de los problemas que vive nuestra sociedad y con ganas de aportar su ayuda.P.- ¿Quieres aprovechar para decir algo a los lectores del BS? R.- Que seguiré leyendo por mi parte esta ventana a la familia salesiana. Y que aquí estamos.P.- ¿Si estuvieras en un colegio salesiano en qué tres aspectos educativos insistirías más?R.- Implicación de la familia, abrir los ojos al mundo y respeto al prójimo.Pepe, en nombre de todos los centenares de miles de lectores del Boletín, muchas gracias. Estamos orgullosos de que alguien que asimiló el sistema preventivo, ponga todos los recursos humanos e institucionales a su alcance para defender a los más desfavorecidos, a los tirados en la calle o a los que se tiran a la calle.
Alfonso Francia
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