Enmarcado en el Proyecto Alégrate, un buen grupo de Hijas de María Auxiliadora de las cuatro Inspectorías de España de hasta 26 años de profesión religiosa tuvieron el encuentro Crece la Vida. Allí compartieron vida, retos, sueños, miedos, rezaron y agradecieron.
El encuentro comenzó en Sanlúcar la Mayor (Sevilla), el 30 de septiembre, con la acogida de la coordinadora de la comisión Alégrate, sor María del Carmen Canales, que invitó a “animar, resignificar, innovar y transformar la Inspectoría María Auxiliadora que está a punto de nacer”.
A continuación, en la dinámica “World Café” se expresaron sus expectativas, sueños, esperanzas y miedos ante el nacimiento de la Nueva Inspectoría; sentimientos e inquietudes que se llevan luego a la oración.
El sábado 1 de octubre, fue una jornada de trabajo y reflexión dirigida por la facilitadora del Proyecto Alégrate, Cecilia Martínez. Tras el momento de oración y reflexión personal, se trabajó en grupos el documento borrador IV de animación y gobierno. A través de una original dinámica de rol, comenzaron a soñar y presentar propuestas, proponer mejoras, innovaciones… intentando llegar a una vida compartida de los retos de animación en los próximos años.
Llenó de alegría la visita de sor Marija Pece, Consejera General visitadora, que recorre la Inspectoría FMA de Sevilla este trimestre. Sus palabras animaron a contemplar la realidad con mirada de esperanza, y a ensanchar el corazón, porque hay recursos, personas bien preparadas, pero ante todo, hay posibilidad de construir proyectos que vienen del Espíritu Santo, y que superan todo cálculo humano.
Después de un intenso y enriquecedor día de trabajo, se dio un bonito paseo por Sevilla y algunos de sus lugares más emblemáticos. El domingo continuó con la presentación del trabajo en los grupos y una interesante puesta en común.
Tras el encuentro, una certeza acompañó el regreso a casa: “Algo nuevo está brotando”. Y sí se ha notado ya que este proceso, que se gestó en aquel encuentro de la CIEP del 2012, está dando ahora su fruto. Es el momento de asumir el gran reto que las Hijas de María Auxiliadora estamos llamadas a recorrer junto a los jóvenes; un reto cuya tierra se ha ido preparando con esmero y espera. Una hermosa responsabilidad la de “ser buena tierra”, y a la vez la de sembrar en el corazón de las personas, especialmente de los jóvenes. Éste es uno de los mayores tesoros de nuestra existencia; sin embargo, aunque sembrar en lo desconocido nos pueda dar un poco de miedo, estamos convencidas de que este proceso está en manos del Señor que nos acompaña cada día.
Ya es algo “nuestro”; es nuestro proyecto compartido. Y miramos nuestra nueva Inspectoría con gratitud, como hizo Don Bosco cuando fundó junto a María Mazzarello el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, como signo de la gratitud a María, “Ella que lo hizo todo”.
Hoy también nos mueve un corazón agradecido, seguras de que nuestra Madre Auxiliadora, nos acompaña y sostiene en esta próxima aventura.
Pilar Santana
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