El Principat de Andorra es un pequeño país independiente, entre Francia y España, regido por dos co-príncipes: el obispo de La Seu d'Urgell (España) y el presidente de la República Francesa. Tiene unos 82.000 habitantes, la mayoría inmigrantes. En el año 1966 se estableció en Andorra una comunidad salesiana que dirige el colegio Sant Ermengol. El superior de la comunidad es el salesiano Xavier Martínez Zazo, recuperado de un transplante de hígado, realizado en febrero del 2001. El año 2003 en que llegó al Principat de Andorra, el obispo y co-príncipe Mons. Joan Enric Vives le nombró capellán del hospital y vicario de la parroquia de la capital: Andorra la Vella. Pero, además, cuando el arcipreste pidió alguien que se ofreciera para capellán de la cárcel, el padre Xavier aceptó también cubrir esa vacante. “¿Por qué no ofrecerme – se decía – para servir a un sector tan marginado y necesitado de cercanía y de razones para vivir?” También Don Bosco estaba convencido de que si los jóvenes de la calle y en situación de riesgo hubieran encontrado una mano amiga no estarían en la cárcel. Salesiano con experienciaEl padre Xavier ya había trabajado con muchachos necesitados de una formación humana y profesional para ser honrados ciudadanos y ofrecerles la propuesta cristiana. Pero lo que más le motivó fue escuchar las palabras de Jesús: "Estaba en la cárcel y me visitasteis, estaba enfermo y vinisteis a verme".En su tarea de los tres primeros años sólo ha podido atenderles personalmente en una sala de visitas. Hay personas de más de 20 países, de diversas religiones. Vienen para hablar y ser escuchados. Es el inicio de una posible rehabilitación personal y una adecuada reinserción social. Aquí ha encontrado ayuda en Cáritas.Se constata claramente que su situación les hace remover una fe adormecida. Su soledad y marginación hacen aflorar lo mejor que han vivido y valores que dan sentido a su vida. Primera actividad formativaEn la fiesta de Don Bosco de este año 2007 el padre Xavier les proyectó la película “Don Bosco” de Lodovico Gasparini, con un diálogo posterior. A pesar de la dificultad del idioma (los hay de más de 20 países) asistieron más de una tercera parte. Era la primera actividad grupal formativa que se realizaba. La vieron con gran atención, captando perfectamente el mensaje del Santo educador: toda persona tiene algo positivo en su interior y, a partir de esto, puede llegar a ser una persona con toda su dignidad.Durante la pasada Semana Santa y Pascua se han realizado también algunas celebraciones religiosas. El misterio de la Cruz les resulta cercano y la Pascua de Resurrección es para ellos el mensaje de esperanza que les puede dar nueva vida.
Xavier Martínez Zazo
No hay Comentarios