Las Escuelas Técnicas Don Bosco fueron fundadas en 1997, en la ciudad portuaria de Sihanoukville, situada al sur de Camboya y sobre el Golfo de Tailandia. Nacían con el objetivo de luchar contra el analfabetismo imperante y ofrecer una educación técnica a los muchachos más necesitados. Actualmente cuentan con talleres de mecánica, electricidad, soldadura, mecánica automotriz y secretariado, para 300 alumnos que cursan durante dos años un programa de estudios profesionales. Este año, como novedad, ha comenzado un programa de hostelería y turismo para sesenta muchachos, que se formarán en el Hotel Don Bosco. Para la inauguración del curso y el hotel, el pasado febrero, se contó con la presencia del rey Norodom Sihanomí. Su visita ha sido un motivo de alegría para toda la comunidad educativa, según relata el padre Albeiro Rodas, salesiano nacido en Colombia y misionero en esta obra de Camboya: “Ha sido un honor para la Familia Salesiana. Los niños lo esperaron en la carretera. El rey entró en el complejo Don Bosco, cortó la cinta del Hotel y visitó los talleres de las escuelas técnicas. Dijo a los chicos: ‘Estoy muy contento de estar aquí, con todos vosotros. Estudiad siempre más y mejor’. Su sonrisa, su permanente saludar y su aspecto sencillo y amable impresionaron a todos los presentes”.Junto a las escuelas, los Salesianos han construido dos casas de acogida para los alumnos de las provincias más lejanas que, de otro modo, no podrían asistir al curso en Sihanoukville. El internado “Santo Domingo Savio” acoge a setenta muchachos; en el internado “Arand de Ru” viven treinta muchachas.El espacio de las Escuelas Técnicas también se aprovecha como zona de juegos para el dominical al que asisten 150 niños, junto con 30 monitores. Para ellos se está construyendo la Casa Juvenil "Hermano Sol", un espacio de reuniones, convivencias, talleres y producción audiovisual, que centrará todas las actividades pastorales y promoverá las vocaciones. Alta tasa de analfabetismoLas palabras que dirigió el rey Norodom a los estudiantes durante su visita, reflejan la gran preocupación por la educación que se vive en Camboya, una nación pobre y débil, cuyo sistema escolar no ha logrado, hasta el momento, reducir las altas tasas de analfabetismo y abandono escolar, ni preparar suficientes centros escolares para atender a los niños y jóvenes del país. A ello hay que añadir problemas tan graves como son la extrema pobreza y el tráfico de niños explotados laboral y sexualmente, en redes de prostitución especialmente dirigidas a los turistas.La Familia Salesiana trabaja desde hace años en Camboya para dar una oportunidad a los chicos y chicas más necesitados, que aprenden un oficio adecuado a las necesidades de desarrollo camboyanas. Muchos jóvenes mayores han asistido a la escuela anteriormente, pero presentan un bajo perfil de educación. Para ellos se diseñan programas especiales, intentando que retomen sus estudios o bien que sigan una enseñanza profesional y logren vivir con dignidad.Los Salesianos de Don Bosco fundaron su primera obra en Camboya en 1991. Algunos miembros de la Congregación habían trabajado anteriormente en los campamentos de refugiados, dando una educación técnica a los muchachos y aprendiendo los fundamentos de la cultura Khmer. Actualmente hay presencia salesiana en la capital, Phnom Penh, en el noroeste, en la ciudad de Poipet y en el sur, en Sihanoukville. Las Hijas de María Auxiliadora tienen tres casas en Camboya. Se dedican a diversas obras, todas al servicio de la educación de los niños y de las jóvenes más pobres. Atienden escuelas maternas y elementales, centros de promoción de la mujer joven, centros juveniles, y realizan visitas a las familias y actividades extraescolares. Mejorando el área ruralEn la capital, Phom Penh, funciona la Escuela Profesional “Don Bosco”, donde 470 estudiantes reciben una enseñanza profesional de alta calidad, totalmente gratuita. En las áreas rurales se presta un gran servicio a la infancia través de la Fundación Niños Don Bosco, una institución única en Camboya que se dedica a ayudar a las familias necesitadas de numerosas aldeas por medio de un programa de apadrinamientos.Otros proyectos de educación y desarrollo en zonas rurales son las escuelas elementales de las aldeas de Ta Prom, Choeung y Prek Tava, cada una dotada de seis aulas; la ayuda económica para la educación de 3.500 niños, entre los cuales se encuentran 220 niños seropositivos que han perdido uno o ambos padres a causa del SIDA; dos centros de alfabetización en el área de Battambang para la reinserción en el sistema escolar nacional y, por último, dos escuelas de costura en los poblados de Ta Prom y Kep, destinadas a mujeres jóvenes, que en Camboya cuentan con menos oportunidades de asistir a la escuela. El trabajo salesiano tiene como objetivo mejorar la vida de los niños y, en consecuencia, impulsar el desarrollo. En pocos países los menores están tan desprotegidos como en éste, pero ellos, como afirmaba el padre Samnang Rodas: “Son las esperanza de su patria y la esperanza de la Iglesia”. Camboya en el siglo XXI Camboya es un reino constitucional desde 1993, después de dos décadas de terribles guerras que hundieron al país en el caos social y la pobreza extrema. La monarquía, que se remonta a los primeros siglos de la era cristiana, fue un elemento primordial en la independencia del país en 1954. Los camboyanos hicieron frente a los franceses dirigidos por el rey Norodom Sihanouk, considerado el padre de la patria.La ciudad de Sihnoukville lleva este nombre en honor de dicho rey, que abdicó a favor de su hijo Nodorom Sihanomí en 2004.El último registro de población fue de 14.638.056 habitantes.En 2006 se celebraron 450 años de presencia de la Iglesia católica en Camboya. El país es de mayoría budista theravada; en 1986 esta religión volvió a ser declarada oficial en el Estado.
María Jesús Rodríguez
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