Del 9 al 12 de octubre tuvo lugar en Sanlucar la Mayor (Sevilla), el I Encuentro de directores de comunidades salesianas de la Región Europa Oeste, con la participación del Rector Mayor, del Vicario General y de los inspectores de las inspectorías de Bélgica, España, Francia y Portugal.Al finalizar el CG26 el Rector Mayor lanzó un reto estimulante a la Congregación Salesiana, el Proyecto Europa. La Congregación mostraba debilidad allí donde había brotado el carisma de Don Bosco, en Europa; y, el Rector Mayor, pensó que era momento oportuno para la revitalización del carisma salesiano en el viejo continente.Aquella asamblea capitular fue la primera ocasión en que los salesianos oímos hablar del Proyecto Europa. Hoy otros institutos también hablan de esta manera. El mismo Vaticano ha instituido recientemente el Pontificio Consejo para la nueva Evangelización, para promover las nuevas formas de evangelización, especialmente en Europa que sufre un fuerte proceso de descristianización.Encuentro de directores de Europas OesteEste «I Encuentro de directores de la Región Europa Oeste» hay que situarlo en este proyecto. Sanlúcar la Mayor ha servido de escenario para el acontecimiento.Se reunieron, junto con los Inspectores, 180 directores de las distintas comunidades que los Salesianos tienen actualmente en Portugal, Francia, Bélgica y España. Hay que hacer notar que en esta parte de Europa hay aproximadamente 1600 salesianos, distribuidos en ocho Inspectorías, seis de ellas en España.No es difícil adivinar el ambiente de cordialidad, amistad, cercanía, oración y comunicación que vivieron estos salesianos que, siendo de distintas procedencias, comparten una misma vocación: llevar a los jóvenes el evangelio de Jesucristo.José Miguel Núñez, Consejero Regional para Europa Oeste, supo dirigir y orientar la dinámica del Encuentro. En sus palabras de bienvenida dijo: «Sabemos bien que el Proyecto Europa nos compromete en un decidido proceso de evangelización integral, con una renovación profunda de la experiencia religiosa, personal y comunitaria, en el marco del carisma salesiano». Los tres grandes focos de luz estaban puestos en escena: evangelización, renovación personal y comunitaria, carisma salesiano.Partir de la realidadLa metodología de trabajo prevista partió de la realidad. ¿Cómo están viviendo las comunidades salesianas su misión juvenil hoy en Europa? ¿Cómo viven los directores de las comunidades su ministerio de animación y gobierno? Son preguntas interesantes.Dos inspectores, Juan Bosco Sancho y Ángel Asurmendi, ayudaron a detectar dificultades, preocupaciones, búsquedas y posibilidades en la labor de los directores de comunidades, en estos tiempos complejos.Por la tarde, Iñaki Lete, Andrè Van der Sloot y Artur Pereira, expresaron dónde ponían, como directores de comunidad, los acentos en la misión que la congregación les había confiado. También se pudo escuchar a tres salesianos, Guzmán Pérez, José Luis Aguirre y Pepe Pulido, responder la pregunta: ¿Qué director para las comunidades salesianas hoy?Profetas de esperanza Después del análisis, el segundo día se intentó buscar un foco de luz para iluminar la realidad. Antonio María Calero, Juan Carlos Pérez Godoy y el vicario del Rector Mayor, Adriano Bregolin, fueron los encargados de esta iluminación. El liderazgo religioso debe tener en cuenta la animación de una comunidad salesiana y de la obra apostólica. Nuestros últimos capítulos generales, en diversas ocasiones, hablan del director en esta labor. El contexto peculiar y complejo que vivimos obliga a subrayar ciertos aspectos. Estos aspectos son los que los tres ponentes hicieron gustar en sus reflexiones.Un momento especialmente intenso de iluminación lo ofreció don Pascual Chávez. El Rector Mayor utilizando una expresión de San Juan de la Cruz («un mundo enfermo») situó el lugar de la vida religiosa salesiana para el actual contexto («profetas de esperanza»).Es verdad que algunas personas piensan que la vida consagrada ya no es necesaria. El Rector Mayor considera, por lo contrario, que es más necesaria y actual que nunca, también en Europa. Es necesaria más por lo que es que por lo que hace. «El valor de la vida consagrada es precisamente ser un signo de la presencia de Dios en el mundo, ser testimonio gozoso y convencido de Su existencia, prueba de su capacidad de colmar toda una Vida, de hacerla plena de sentido, significativa, encantadora. La vida consagrada vale por la grandeza moral y espiritual de hombres y mujeres transfigurados por la experiencia de Dios».El Rector Mayor comentó que descubre en aquellos jóvenes que quieren ser salesianos tres anhelos: una profunda sed de espiritualidad, una vida de comunión, un servicio decidido a favor de los más pobres.Don Pascual Chávez se preguntó qué vida religiosa para el mundo de hoy. «Una vida religiosa profética, con radicalidad evangélica personal y comunitaria, cargada de espiritualidad y dinamismo para volver a dar esperanza a la humanidad». Os ofrezco una vida buena, bella y felizNo faltó tampoco un encuentro del Rector Mayor y los salesianos, con un nutrido grupo de jóvenes de la Inspectoría de Sevilla. El marco elegido fue una oración vocacional. En las Buenas Noches, don Pascual, les dijo que a aquellos que el Señor llamaba, les esperaba una vida buena, bella y feliz… la vocación salesiana.En la última tarde del Encuentro los participantes fueron, como peregrinos, al Rocío. Allí celebraron la Eucaristía presidida por el Obispo de Huelva monseñor José Vilaplana, quien animó con palabras de gran cariño a los salesianos para que acompañaran a los jóvenes hasta el encuentro con el Señor.
Koldo Gutiérrez
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