El último artículo del volumen conmemorativo de 25º aniversario del “Proyecto África” se titula “África desafía aún a los Salesianos”. Don Piero Gavioli, un misionero italiano que ha vivido más de 30 años en el Congo, analiza en este artículo el contexto socio-cultural del África de hoy y los desafíos que se derivan para el trabajo de los Salesianos. De ello se desprende que el trabajo de un siglo, y especialmente de los últimos 25 años, es solamente un preámbulo a la labor que debe seguir. El proyecto como tal ha terminado, pero el trabajo iniciado debe seguir afrontando los nuevos desafíos del continente africano. De hecho, los desafíos no son nuevos, son los de siempre, más acentuados en el contexto actual. Una lista completa de estos desafíos llenaría mucho espacio. Basta esbozar sólo los principales: -En primer lugar están los desafíos de una verdadera evangelización para poder encarnar el Evangelio de la salvación en las culturas africanas. De África se dice, como se puede decir de cualquier país del mundo, que son muchos los bautizados pero pocos los evangelizados. Hay mucho camino por delante antes de que el Evangelio sea la norma de vida de la población africana. -La educación y la formación de los jóvenes siempre representa el gran desafío de los Salesianos. En el contexto socio-económico del África de hoy, se trata de educar para la integración social y de formar agentes y constructores del desarrollo integral de los países más pobres del continente. Hace falta una educación y formación que promueva la autodependencia y la capacidad de vivir con dignidad sin la dependencia externa. -La extrema pobreza y miseria de la mayoría de la población, especialmente de los niños y jóvenes es un reto a la sensibilidad salesiana. -Cuando se piensa en los grandes problemas sociales del SIDA que golpea a casi todas las naciones africanas, el desafío de construir una nueva sociedad africana fundada sobre los valores evangélicos a través de la educación se hace aún más agudo. -El personal es siempre una preocupación. La expansión y el echar raíces profundas del carisma piden nuevas generaciones de salesianos africanos que se identifiquen con el carisma. De aquí la urgencia de proporcionar una formación de la mejor calidad a las nuevas generaciones de salesianos africanos. -Encontrar los medios y los recursos necesarios para servir a tantos jóvenes pobres es un desafío constante que acompaña a todos los demás retos. Se requiere la segura confianza en la inagotable generosidad de la Divina Providencia, mientras se apela a la sensibilidad caritativa de un infinito número de bienhechores. El “Proyecto África” ha madurado y ahora es ya “la Región África-Madagascar”. Ha sido un buen comienzo. Ahora sigue el deber de construir sobre los cimientos puestos, de manera que aparezca cada vez mejor la perenne novedad del carisma. La situación social y política de África en general y las condiciones tan precarias de su juventud son una urgente invitación a los Salesianos a no contentarse con lo que ya se hecho. Sería una equivocación gloriarse del pasado sin fijarse en el camino que aún queda por hacer. La meta a la que hay que llegar está muy lejos. Así es que hay que estar muy atentos a los cambios de la escena social, para saber responder con espíritu de iniciativa y creatividad. Sólo así cada presencia salesiana puede ser siempre significativa y auténtico agente de evangelización y de transformación social, respondiendo a las necesidades del tiempo y del lugar, según el carisma salesiano. Se estima que en los próximos 25 años más del 90% de los salesianos de África serán de origen africano. Este período será el de la verdadera africanización del carisma salesiano. La belleza y la solidez de este rostro africano del carisma salesiano dependerá de la asimilación de la identidad salesiana de parte de las nuevas generaciones salesianas de África.
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