El Vicario del Rector Mayor, don Adriano Bregolin hizo la presentación, destacando que “lo más hermoso de nuestro encuentro no es sólo la riqueza de los contenidos propuestos, sino el compartir vida y acción y, sobre todo, el espíritu de comunión que logremos vivir”. Los trabajos comenzaron con una aportación original por parte de los alumnos de la Academia del Espectáculo de Turín, que por medio de imágenes, música, danza y coreografía representaron el “grito de los jóvenes”. Esta petición de ayuda se hizo oración, a la que siguió la reflexión del profesor Juan José Bartolomé sobre los caminos y motivos de la pedagogía del Dios del éxodo, subrayando que “como Cristo, el educador se sabe consagrado y enviado por el Espíritu a evangelizar, liberar de la esclavitud y ofrecer un tiempo de gracia”. La primera jornada concluyó con la proyección del video-comentario del Aguinaldo y con las emotivas Buenas Noches del Rector Mayor, quien compartiendo con los presentes su estado de ánimo ante el fallecimiento de su hermano, dijo: “Ustedes son mi familia; si cuido a quienes Dios me ha confiado, el cuidará de aquellos a quienes amo”.Con el corazón de Don BoscoLas conferencias de la segunda jornada se centraron ya en el corazón del tema: la educación de Don Bosco. Ante todo, don Giovanni María Flick, vicepresidente de la Corte Constitucional de Italia, subrayó que “solamente una educación que respete la igual dignidad del menor, que se exprese en la perspectiva de la solidaridad, en comprensión y ayuda efectiva, para superar las lagunas y las dificultades connaturales a su situación de sujeto en crecimiento, será capaz de preparar y formar en la capacidad de afrontar y asumir las mismas responsabilidades, condición esencial para permitir al menor entrar de derecho pleno y con los recursos adecuados en la realidad social”. Posteriormente, el Rector Mayor, don Pascual Chávez tuvo una intervención magistral, comentando el Aguinaldo 2008. De manera sencilla, señaló los elementos que dan verdadera calidad a la educación: el educador, el clima educativo, el programa y la experiencia; y refiriéndose expresamente a la educación salesiana, subrayó que no prescinde nunca de la fe: “evangelización y educación actúan en el Sistema Preventivo en íntima y armoniosa reciprocidad. La praxis de Don Bosco es un arte pedagógico-pastoral, al haber traducido el mismo Don Bosco la ardiente caridad de su ministerio sacerdotal en un proyecto concreto de educación de los jóvenes en la fe”. Esta rica reflexión fue profundizada por los participantes en grupos de trabajo, seminarios y talleres.Educar en los derechos humanosInspirándose en el Aguinaldo y en la tradición salesiana, Carola Carazzone, responsable de la Oficina de Derechos Humanos del Voluntariado Internacional para el Desarrollo, dictó en la tercera jornada una espléndida lección sobre los Derechos Humanos, proponiendo los contenidos y metodologías educativas. Destacó especialmente que, en una situación verdaderamente escalofriante de los derechos humanos, en la que cada segundo se perpetran muy fuertes y graves violaciones de la dignidad de la persona, de sus derechos y libertades, “el desafío educativo se centra sobre todo en la prevención, en cómo romper el círculo vicioso que perpetúa las continuas violaciones de los derechos y la dignidad de la persona, en cómo promover una cultura de los derechos humanos capaz de salir de los despachos de los juristas y de los filósofos para hacerse patrimonio de la humanidad”. En esta misma línea y perspectiva se presentaron algunas experiencias y testimonios concretos de trabajo salesiano en la promoción de los derechos humanos, que apuntaron a la aportación que en este campo puede y debe dar la Familia de Don Bosco.Finalmente, la última jornada fue día de acción de gracias al Señor en la celebración de la Eucaristía, y también de síntesis y conclusiones. Efectivamente, en su mensaje conclusivo el Rector Mayor dijo a todos los participantes: “Concluyamos esta edición de las Jornadas de Espiritualidad de la Familia Salesiana alabando y dando gracias al Señor que nos ha congregado, nos ha hecho oír su voz y nos envía a nuestras casas, comunidades y obras con la misión de señalar a los jóvenes su presencia entre nosotros. Jesús es el único que puede satisfacer su sed de amor, de vida y de libertad, puesto que Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.En un clima de familia, fraternidad y verdadera comunión, las Jornadas han sido ciertamente un momento para reflexionar en profundizar sobre el elemento más esencial del carisma salesiano: el Sistema Preventivo de Don Bosco, un verdadero regalo de Dios para toda la Familia Salesiana, padres, educadores y jóvenes. “¡Qué hermosa misión nos confía el Señor! -fueron las últimas palabras del mensaje del Rector Mayor-. Realicémosla con gozo, con convicción y con generosidad. Cristo es un derecho de todos. Señalemos su presencia entre nosotros y llevemos a los jóvenes al encuentro personal con Él”.
Luis Antonio Medina
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