“Nadie que se haya educado en un centro salesiano puede ser indiferente al compromiso con la justicia, la paz y la solidaridad”. Así lo expresó el inspector de la Inspectoría Salesiana de Barcelona, Joan Codina, durante la presentación en Barcelona el pasado 17 de febrero del libro Educar en la justicia y la solidaridad, editado por la Fundación Edebé. ;font color=#CC0000>Plan integral de educación en valores;/strong> El manual lo ha elaborado, durante casi seis años, un grupo de expertos de todos los ámbitos y según las indicaciones del Capítulo inspectorial de 1998. Además, aporta pistas para que los agentes educativo-pastorales desarrollen un plan gradual de educación en valores sociales destinado a las personas vinculadas no sólo a los centros salesianos sino también al resto de la comunidad educativa. Junto a ese carácter gradual, que iría desde la infancia a la madurez, el libro está pensado para ofrecer pautas aplicables a ámbitos escolares, de tiempo libre, educación social y comunidades cristianas. Su contenido, tiene siempre como referencia los valores del Evangelio, a los que hace referencia implícita o explícita según las actividades, tiene una proyección actualizable a través de la web www.plajis.net. El inspector, Joan Codina, destacó también durante la presentación, que tuvo lugar en el auditorio de los Salesianos de Sarriá, el carácter colectivo de esta propuesta, cuyo objetivo último es “llegar a lo más profundo de la persona, para que los valores que fundamentan la fraternidad se manifiesten como estilo de vida fuera de los contextos educativos”. De hecho, bajo la expresión de “educar en la justicia y la solidaridad” se pretende ofrecer educación y formación integral en valores sociales, con el Evangelio como punto de partida”, así lo aseguró el coordinador del libro, Oriol Ràfols, de forma que “se desvelen sentimientos de interés por los temas sociales, se facilite un conocimiento crítico del mundo y se fomenten opciones de compromiso personal y colectivo”. ;font color=#CC0000>Valores para la convivencia;/strong> La educación en valores sociales se hace posible, así, a través de la vivencia de experiencias de solidaridad y justicia. “En aulas de niños de tres años, aprender a compartir los juguetes o la experiencia de repartirse el trabajo con pequeños encargos consolida su interés por la solidaridad y la participación, mientras que un grupo de alumnos de ESO puede debatir un problema de igualdad de sexo que haya surgido en clase”, destacó Ràfols. Ante un auditorio de más de 100 personas, el ingeniero y filósofo Albert Florensa, titular de la cátedra de Ética y Pensamiento Cristiano de la Universidad Ramon Llull destacó la necesidad, en un mundo tecnificado como el actual, de facilitar a las personas “saber elegir, entre la pluralidad de valores existentes, aquellos que fomentan la convivencia”. Al mismo tiempo, en su conferencia, que llevaba por título “la importancia de educar en valores sociales”, destacó la importancia de poner en marcha actividades que inviten a asumir aquellas acciones que hacen efectivos esos valores”.
Josep Mascaró
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