Falleció en Toledo el pasado 5 de abril. Había nacido en Pesquera de Duero hace 71 años y pasó su infancia en Astudillo, donde quedó conquistado por Don Bosco y su espíritu. Profesó como Salesiano en Mohernando (Guadalajara). Ordenado sacerdote, estuvo destinado en las casas de Zuazo (Álava), Barakaldo, Burceña, El Royo (Soria) y Logroño. En 1969 fue nombrado administrador de la Inspectoría de Bilbao y, después, de Pamplona, de la Central Catequística Salesiana y de la Procura de Misiones Salesianas de Madrid. Don Ramón llenó los ambientes en que vivió con la riqueza de su personalidad. Fue un gestor leal y eficaz, exacto y prudente, decidido y constante en su dedicación a la administración de los bienes de los pobres. Su actitud acogedora, sonriente y simpática despertaba en los que se acercaban a él y le trataban la confianza y la estima. Su interés por los demás y sus problemas, su trato afable y cariñoso se convertían en amistad sincera y duradera. Pero sobre todo fue delicado y fiel en su condición de sacerdote. Tuvo ocasión de hacerse cercano a personas que pasaban por trances difíciles y llevar el buen olor de Cristo a las que le pidieron consejo o consuelo. Y su dirección espiritual y la comunión a enfermos y mayores enriquecieron la dedicación de su celo sacerdotal. ¡Descanse en paz!
No hay Comentarios